miércoles, 11 de septiembre de 2013


LECTURAS DE LA EUCARISTÍA
Miércoles, 11 de Septiembre de 2013
23ª semana del tiempo ordinario.
Solemnidad de Nuestra Señora de Coromoto
Patrona de Venezuela




LECTURA DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO 24, 3-4.8-12.19.

Yo salí de la boca del Altísimo y como niebla cubrí toda la tierra. Yo habité en las alturas y mi trono está sobre una columna de nube. Entonces mandó y me habló el Creador de todas las cosas; el que me creó y reposó en mi tabernáculo, me dijo: Habita en Jacob y ten tu herencia en Israel. Desde el principio, y antes de los siglos fui creada y no faltaré yo por todos los siglos futuros y serví delante de él en la morada santa. Y así afirmada soy en Sión y reposé asimismo en la ciudad santificada y en Jerusalén está mi potestad. Y me arraigué en un pueblo honrado, y en la porción de mi Dios que es su heredad.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Jdt 13,23-25

R Tú eres el orgullo de nuestro Pueblo.

Bendita eres del Señor Dios excelso,
tú, oh hija, sobre todas las mujeres de la tierra.
Bendito el Señor
que creó el cielo y la tierra /R

Porque hoy ha engrandecido tanto tu nombre,
que no se apartará tu alabanza de la boca de los hombres
que se acordaren
siempre del poder del Señor /R


2ª Lectura

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS GÁLATAS 4,4-7.

Hermanos: Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos hijos suyos. Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones al Espíritu de su Hijo, que clama “Abbá”, es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.


Evangelio

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (LC 2,15-19)

Los pastores se dijeron unos a otros: “Vayamos hasta Belén, para ver eso que el Señor nos ha anunciado”. Se fueron, pues, a toda prisa y encontraron a María, a José y al niño, recostado en el pesebre. Después de verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño, y cuantos los oían quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.




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