ROMA, 16 Sep. 13 / 03:40 pm (ACI/EWTN Noticias).- En unas breves palabras esta mañana durante el encuentro con los sacerdotes de la diócesis de Roma (Italia), ciudad de la que es Obispo, el Papa Francisco confirmó personalmente que no apoya la teología de la liberación en la versión que representa el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, y que es respaldada por el actual Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. Gerhard Müller.
El vaticanista Sandro Magister, en su blog en italiano Settimo Cielo, explica que el Santo Padre tomó distancia de Mons. Müller en una breve pero contundente observación hecha durante el momento de preguntas y respuestas.
"El encuentro era a puertas cerradas", relata Magister, quien describe como "serio y agudo", el comentario del Papa Francisco sobre la teología de la liberación, que pasó desapercibido a la prensa, incluyendo medios del Vaticano.
"En la formulación de una de las cinco preguntas planteadas al Papa y al hablar de la centralidad de los pobres en la pastoral, un sacerdote hizo referencia, en positivo, a la teología de la liberación y a la posición comprensiva ante esta teología, del Arzobispo Gerhard Müller", relata Magister.
Pero, "al oír el nombre del Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Papa Francisco no dejó que termine la pregunta y dijo: ‘esto lo piensa Müller, esto es lo que piensa él’", narra el Vaticanista italiano.
La afirmación del Santo Padre cobra más importancia luego de que el pasado jueves recibiera en audiencia al sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, considerado uno de los padres de la teología de la liberación, un encuentro realizado a pedido del Arzobispo Müller.
Sobre el Padre Gutiérrez, el sábado 14 de septiembre el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, señaló que aún tiene planteamientos que debe rectificar.
El Papa se distancia del Arzobispo Müller en el tema de la teología de la liberación
Fuente: ACI Prensa.
REDACCIÓN CENTRAL, 16 Sep. 13 / 01:20 pm (ACI).- Durante su habitual programa radial sabatino, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, abordó el tema del P. Gustavo Gutiérrez, el autor más conocido de la teología de la liberación, que la semana pasada fue recibido por el Papa Francisco tras gestiones del Arzobispo Gerhard Müller, actual Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Durante el programa, el Cardenal peruano insistió en que las obras de Gutiérrez debían ser corregidas, algo que él mismo había pedido al autor peruano en una conversación personal.
Las correcciones que el Arzobispo de Lima ha solicitado son reales y, en algún momento, el mismo Gutiérrez parecía aceptar que tales correcciones eran necesarias.
En efecto, en una conferencia pronunciada en 1996 ante los directivos del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en la que se hallaba presente también el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Joseph Ratzinger, Gustavo Gutiérrez señaló que "un buen número de análisis y de propuestas enunciadas en años recientes (por la teología de la liberación) han perdido vigencia, numerosas discusiones y precisiones de ese tiempo no responden plenamente a los retos actuales. Ignorar estos cambios significaría encerrarse en el pasado, vivir de nostalgias y condenarse a vivir de espaldas a las personas de hoy".
El texto es de dominio público, porque la conferencia de Gutiérrez, junto a otras, fue publicada por el CELAM ese mismo año bajo el título "El futuro de la Reflexión Teológica en América Latina".
Sin embargo, en la práctica, la aparente retractación de Gutiérrez nunca se ha verificado en sus libros: la versión "corregida" de 1988 de su obra fundamental, "Teología de la Liberación - Perspectivas", mantiene aún afirmaciones que contrastan abiertamente con la doctrina católica. Lo mismo sucede con su obra nunca corregida "Fuerza Histórica de los Pobres". Ambas obras se siguen publicando en numerosos idiomas, con las mismas afirmaciones que motivaron la investigación de la obra de Gutiérrez por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Aquí se presentan algunas frases que aparecen en estas obras y que indican que Gutiérrez sigue siendo teológicamente problemático.
"Son muchos los que piensan, por eso, con Sartre, que 'el marxismo, como marco formal de todo pensamiento filosófico de hoy, no es superable'. Sea como fuere, de hecho, la teología contemporánea se halla en insoslayable y fecunda confrontación con el marxismo" [TL88, p. 77–78].
"En ella [la segunda dimensión de la liberación] se juega el proyecto de construcción de un hombre nuevo. No se trata aquí del sentido paulino y teológico de la expresión, sino de una referencia al empleo que se hace de ella en filosofía política y en enfoques históricos" [TL88, p. 47; el texto es de la nueva introducción: Mirar lejos].
"Únicamente una quiebra radical del presente estado de cosas, una transformación profunda del sistema de propiedad, el acceso al poder de la clase explotada, una revolución social que rompa con esa dependencia, puede permitir el paso a una sociedad distinta, a una sociedad socialista" [TL88, p. 97].
"Partiendo de estas primeras intuiciones Marx irá construyendo un conocimiento científico de la realidad histórica. Analizando la sociedad capitalista en la que se da en concreto la explotación de unos seres humanos por otros, de una clase social por otra, y señalando las vías de salida hacia una etapa histórica en la que la persona humana pueda vivir como tal, Marx forja categorías que permiten la elaboración de una ciencia de la historia" [TL88 p. 103].
"La cercanía con quienes ven el devenir histórico en una perspectiva marxista, lleva a revisar y reactualizar los valores escatológicos del cristianismo... Poco acostumbrados estamos en ambientes cristianos, sin embargo, a pensar en términos conflictuales e históricos. A lo antagónico preferimos una irénica conciliación... Debemos aprender a vivir y pensar la paz en el conflicto" [TL88, p. 226–227].
"La fe nos revela el sentido profundo de la historia que forjamos con nuestras manos, al hacernos conocer el valor de comunión con Dios —de salvación— que tiene todo acto humano orientado a la construcción de una sociedad más justa, e inversamente nos hace ver que toda injusticia es una ruptura con él" [TL88, p. 363].
Se trata del "Evangelio leído desde el pobre, desde las clases explotadas, desde la militancia en sus luchas" [FH, p. 36].
"La liberación auténtica será obra del oprimido mismo, en él el Señor salva la historia" [TL88, p. 317].
"La Iglesia debe convertirse a ese mundo, en el que Cristo y Espíritu están presentes y activos, debe dejarse habitar y evangelizar por él" [TL88, p. 378].
"El Evangelio leído desde el pobre, desde las clases explotadas, desde la militancia en sus luchas por la liberación convoca a una Iglesia popular. Una Iglesia que nace del pueblo, de un pueblo que arranca el evangelio de las manos de los grandes de este mundo, que impide su utilización como un elemento justificador de una situación contraria a la voluntad del Dios liberador" [FH, p. 37].
Fuente: ACI Prensa
ROMA,
06 Sep. 13 / 07:06 am (ACI/EWTN Noticias).- El vaticanista Sandro Magister
advirtió que el libro escrito por Mons. Gerhard Ludwig Müller - Prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe – y el teólogo peruano Gustavo
Gutiérrez, no puede ser considerado como una reconciliación entre el magisterio
de la Iglesia con la teología de la liberación, pues esta corriente ideológica
ha sido severamente criticada por el Papa Francisco y sus predecesores.
En
un artículo publicado en Espressonline.it, el vaticanista se refirió al libro
“Desde el lado de los pobres. Teología de la liberación, la teología de la
Iglesia”, publicado en 2004 en Alemania sin suscitar una emoción especial, pero
cuya “reimpresión italiana ha sido saludada por algunos como un viraje
histórico, como si fuese la firma de un tratado de paz entre la teología de la
liberación y el magisterio de la Iglesia”.
En
el texto, Magister recordó que Müller fue alumno y admirador de Gutiérrez, y
que su nombramiento por Benedicto XVI como Prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe causó sorpresa, teniendo en cuenta que el entonces Cardenal
Joseph Ratzinger, cuando era responsable del dicasterio, publicó en 1984 y 1986
dos instrucciones con las que Juan Pablo II sometió a la teología de la
liberación a una crítica muy severa por sus “graves desviaciones ideológicas”
que traicionan “la causa de los pobres".
“Pero
evidentemente -indicó Magister- Ratzinger consideraba aceptable la lectura que
Müller hacía de las posiciones de Gutiérrez, ya que no sólo lo ha hecho
prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sino que le ha confiado
también el cuidado de la edición completa de sus obras teológicas, que en
alemán ya ha llegado casi a la mitad de la impresión”.
Sin
embargo, advirtió el vaticanista, para Mons. Müller la teología de la
liberación debe contarse “entre las corrientes más significativas de la
teología católica del siglo XX”, tal como escribe en el libro a publicarse;
donde afirma que "sólo por medio de la teología de la liberación la
teología católica ha podido emanciparse del dilema dualista del más acá y del
más allá, de la felicidad terrenal y la salvación ultraterrena”.
La
posición de Francisco
En
su artículo, Magister advirtió que “la frase del Papa Francisco: ‘Sueño con una
Iglesia pobre y para los pobres’ ha sido asumida por muchos como la coronación
de esta absolución de la teología de la liberación”, algo alejado de la
realidad.
“El
mismo Jorge Mario Bergoglio no ha ocultado jamás su desacuerdo con aspectos
esenciales de esta teología. Sus teólogos de referencia no han sido jamás
Gutiérrez, ni Leonardo Boff, ni Jon Sobrino, sino el argentino Juan Carlos
Scannone, quien elaboró una teología, no de la liberación sino ‘del pueblo’,
centrada sobre la cultura y la religiosidad de la gente común, en primer lugar
de los pobres, con su espiritualidad tradicional y su sensibilidad por la
justicia”, recordó.
En
ese sentido, señaló que un año después de la publicación del libro de Gutiérrez
y Mons. Müller, el entonces Arzobispo de Buenos Aires expresó que “con el
derrumbe del imperio totalitario del 'socialismo real', esas corrientes [de
pensamiento] quedaron sumidas en el desconcierto, incapaces de un
replanteamiento y de una nueva creatividad. Sobrevivientes por inercia, aunque
haya todavía hoy quienes las propongan anacrónicamente”.
“A
juicio de Clodovis, el hermano de Leonardo Boff -indicó Magister-, el
acontecimiento que signó el adiós de la Iglesia Católica latinoamericana a lo
que quedaba de la teología de la liberación fue la Conferencia continental de
Aparecida, en el año 2007, inaugurada por Benedicto XVI en persona y con su
protagonista el cardenal Bergoglio”.
Clodovis
Boff, quien pasó de exponente de la teología de la liberación a uno de sus
críticos más incisivos, advirtió en 2008 que “el error ‘fatal’” de esta
corriente “es colocar al pobre como ‘primer principio operativo de la
teología’, sustituyendo a Dios y a Jesucristo”.
"La
'pastoral de la liberación' se convierte en un brazo entre tantos de la lucha
política. La Iglesia se asimila a una ONG y así se vacía también físicamente,
ya que pierde operadores, militantes y fieles. Los 'de afuera' experimentan
escasa atracción por una 'Iglesia de la liberación', porque para la militancia
disponen ya de diversas ONGs, mientras que para la experiencia religiosa tienen
necesidad de mucho más que una simple liberación social", indicó Clodovis.
En
ese sentido, Magister añadió que “el peligro que la Iglesia se reduzca a una
ONG es una señal de alarma que el papa Francia lanza repetidamente. Sería
engañoso olvidarlo, al llevar a cabo hoy la relectura del libro de Müller y
Gutiérrez”.
Fuente: ACI Prensa.
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