LECTURAS
DE LA EUCARISTÍA
VIERNES
22 DE AGOSTO DE 2014
TIEMPO
ORDINARIO A. SEMANA 20
NUESTRA
SEÑORA MARÍA REINA
ANTÍFONA
DE ENTRADA (Cfr. Sal 44, 1o)
De
pie a tu derecha está la Reina, vestida de oro y de brocados.
ORACIÓN
COLECTA
Dios
nuestro, que constituiste Madre y Reina nuestra a la Madre de tu Hijo,
concédenos en tu bondad que, apoyados en su intercesión, alcancemos la gloria
de tus hijos en el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
LITURGIA
DE LA PALABRA
El Señor infundirá su
espíritu a los huesos secos y revivirán.
DEL LIBRO DEL PROFETA
EZEQUIEL: 37, 1-14
En
aquellos días, la mano del Señor se posó sobre mí, y su espíritu me trasladó y
me colocó en medio de un campo lleno de huesos. Me hizo dar vuelta en torno a
ellos. Había una cantidad innumerable de huesos sobre la superficie del campo y
estaban completamente secos.
Entonces
el Señor me preguntó: "Hijo de hombre, ¿podrán acaso revivir estos
huesos?". Yo respondí: "Señor, tú lo sabes". Él me dijo:
"Habla en mi nombre a estos huesos y diles: 'Huesos secos, escuchen la
palabra del Señor. Esto dice el Señor Dios a estos huesos: He aquí que yo les
infundiré el espíritu y revivirán. Les pondré nervios, haré que les brote
carne, la cubriré de piel, les infundiré el espíritu y revivirán. Entonces
reconocerán ustedes que yo soy el Señor' ".
Yo
pronuncié en nombre del Señor las palabras que él me había ordenado, y mientras
hablaba, se oyó un gran estrépito, se produjo un terremoto y los huesos se
juntaron unos con otros. Y vi cómo les iban saliendo nervios y carne y cómo se
cubrían de piel; pero no tenían espíritu. Entonces me dijo el Señor: "Hijo
de hombre, habla en mi nombre al espíritu y dile: 'Esto dice el Señor: Ven,
espíritu, desde los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, para que
vuelvan a la vida' ".
Yo
hablé en nombre del Señor, como él me había ordenado. Vino sobre ellos el
espíritu, revivieron y se pusieron de pie. Era una multitud innumerable. El
Señor me dijo: "Hijo de hombre: Estos huesos son toda la casa de Israel,
que ha dicho: 'Nuestros huesos están secos; pereció nuestra esperanza y estamos
destrozados'. Por eso, habla en mi nombre y diles: 'Esto dice el Señor: Pueblo
mío, yo mismo abriré sus sepulcros, los haré salir de ellos y los conduciré de
nuevo a la tierra de Israel. Cuando abra sus sepulcros y los saque de ellos,
pueblo mío, ustedes dirán que yo soy el Señor. Entonces les infundiré mi
espíritu y vivirán, los estableceré en su tierra y ustedes sabrán que yo, el
Señor, lo dije y lo cumplí' ".
Palabra
de Dios.
Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL: Del
salmo 106
R/.
Demos gracias a Dios, porque nos ama.
Que
lo confiesen los redimidos por el Señor, los que él rescató de la mano del
enemigo, los que reunió de todos los países, de norte y sur, de oriente y
occidente. R/.
Andaban
errantes por un desierto solitario, no encontraban el camino de ningún poblado;
sufrían hambre y sed, se les iba agotando la vida. R/.
Pero
gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación. Los guió por
un camino derecho para que llegaran a un poblado. R/.
Demos
gracias a Dios porque nos ama, por las maravillas que hace con los hombres. Él
calmó la sed de los sedientos y a los hambrientos los llenó de bienes. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 24, 4. 5)
R/.
Aleluya, aleluya.
Descúbrenos,
Señor, tus caminos y guíanos con la verdad de tu doctrina. R/.
Amarás
al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: 22, 34-40
En
aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado
callados a los saduceos, se acercaron a Él. Uno de ellos, que era doctor de la
ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento
más grande de la ley?"
Jesús
le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu
alma y con toda tu mente. Éste es el más grande y el primero de los
mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas".
Palabra
del Señor.
Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta,
Señor, los dones que te presentamos en la conmemoración de la santísima Virgen
María, y concédenos que nos socorra la bondad de tu Hijo Jesucristo, que quiso
ofrecerse a ti por nosotros en la cruz, como víctima inmaculada. Él, que vive y
reina por los siglos de los siglos.
Prefacio
de santa María Virgen.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 1, 45)
Dichosa
tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del
Señor.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después
de recibir el sacramento celestial, te suplicamos, Señor, que, cuantos hemos
celebrado con veneración la memoria de la santísima Virgen María, merezcamos
participar en el banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HOMILIA
Fr. Nelson Medina F., O.P
Temas
de las lecturas: Noemí, con Rut, la moabita, volvió a Belén * Alaba, alma mía, al Señor. * Amarás al Señor, tu Dios, y
a tu prójimo como a ti mismo.
1. Venciendo Barreras
1.1
¿Qué puede tener de especial el sencillo relato de aquel par de mujeres en
la primera lectura de hoy? Pareció por
un tiempo que Noemí y Rut estarían
emparentadas, como suegra y nuera, pero ese vínculo se rompió porque el
hijo de Noemí y esposo de Rut murió.
Nada las unía, y sin embargo, todo el libro de Rut depende del pasaje que hemos oído hoy. ¿Qué
hay de especial en esa decisión que Rut
toma de seguir a Noemí hasta el punto de exclamar: "tu pueblo será mi
pueblo y tu Dios será mi
Dios"?
1.2
Para alcanzar respuestas necesitas algo de contexto. Moab en la Biblia es
la imagen de un pueblo hostil. Un pueblo
que sirvió sólo de obstáculo en la llegada de
los israelitas a la tierra prometida, según cuenta el capítulo 21 del
libro de los Números. De ese pueblo
viene Rut. El amor de esposa la unió a un israelita, y ese es ya un mensaje: a veces los odios grandes
sucumben al poder de los amores que
juzgamos pequeños.
1.3
Pero lo admirable es que Rut descubre algo más que un hombre para esposo: descubre un pueblo, descubre una fe, descubre
un camino que le conduce hacia el Dios
vivo. Su decisión de estar con Noemí es la decisión de vencer las distancias y prejuicios a nombre de una fuerza que es
capaz de unir por encima de barreras
culturales o de religión. La tenacidad de su decisión es explicable
desde aquello que Jesús predica en algún
lugar del Evangelio: Rut ha encontrado una perla precioso en el camino que le conduce a Dios y al
pueblo de Dios, y por eso ya no da vuelta
atrás. Hermoso ejemplo para nosotros.
1.4
Destaquemos por último un detalle más. Rut no separa el amor a Dios y el amor al pueblo de Dios. Hoy hay quienes
quieren amar a Dios y desentenderse de
la Iglesia. Pretenden ser de un Dios que sólo ellos saben adorar y que
sólo a ellos sabe comunicarse. Que el
ejemplo de Rut nos libere de alucinaciones tan nocivas.
2. Directo a la esencia
2.1
Una pregunta directa provocó una respuesta directa: Uno se acercó a Jesús y
le preguntó: "¿Cuál es el primero
de todos los mandamientos?" Jesús le respondió: "El primero es: Escucha, Israel: El Señor,
nuestro Dios, es el único Señor; amarás al
Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente
y con todas tus fuerzas. El segundo es
éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No
hay ningún mandamiento mayor que éstos".
2.2
Es bueno recordar ese lenguaje escueto porque en un mundo plagado de fachadas y máscaras es fácil acostumbrarse a
disculparlo todo o justificarlo todo o
venderlo todo. El orden empieza siempre con un pensamiento claro en la
mente; una idea llena de luz atrae a
otras. Y hoy Jesús nos da esa clave fundamental, ese primer principio que iluminó su alma santa y
que quiere iluminar también nuestras
vidas.
2.3
La palabra fundamental en la respuesta de Jesucristo no la podemos perder: AMA.
El resto de su respuesta es esencial también, porque todo depende de a
quién ames y con qué amor. Tal fue el
regalo que nos dio con su vida y su muerte. Bien podemos resumir la existencia de Cristo
diciendo que fue una gran cátedra de amor
en la que aprendimos que hemos de amar para vivir y hemos de aprender a
amar para vencer a la muerte y alcanzar
la vida que no muere.
(Homiletica
org / Fr. Nelson Medina F., O.P)
REFLEXIÓN
INFUNDIRÉ
MI ESPÍRITU
Ez
37,1-14, Mt 22,34-40
La
comparación de los huesos secos y calcinados con la situación desesperada del
pueblo de Israel desterrado en Babilonia, encuentra su correspondiente en la
reanimación de esos huesos y en la reinstalación del pueblo en su propia
tierra. La condena y el castigo medicinal que había supuesto el destierro no es
la palabra definitiva de Dios. El Señor siempre otorga una nueva oportunidad y
el principio esperanza queda garantizado. El nuevo comienzo no será una simple
repetición del pasado. Dios infundirá su espíritu vivificante para que la nueva
etapa de la salvación, permita que las personas vivan como Dios quiere: como
imágenes suyas, dispuestas a escuchar y obedecer su palabra. La discusión sobre
el mandamiento principal ratifica certeramente toda la revelación. El Dios de
Israel no exige nada directamente para sí mismo, es un Dios que se complace en
la vida de sus fieles. Amar a Dios implica necesariamente amar al prójimo. (www
misal com mx)
Santos
San Andrés de
Fiésole, abad. Beato Symeon Lukac, mártir.
Memoria (Blanco)
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