sábado, 30 de agosto de 2014

SÁBADO 30 DE AGOSTO DE 2014. LECTURAS DE LA EUCARISTÍA


LECTURAS DE LA EUCARISTÍA
SÁBADO 30 DE AGOSTO DE 2014
TIEMPO ORDINARIO  A. SEMANA 21
Santa Rosa de Lima, Patrona de América Latina


 ANTÍFONA DE ENTRADA
Alegrémonos todos en el Señor, en la festividad de santa Rosa de Lima, nuestra patrona y protectora que, en premio a su fidelidad a Dios, mereció hoy entrar al cielo para reinar con Cristo eternamente.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a santa Rosa de Lima, encendida en amor por ti, que dejara el mundo y se dedicara únicamente a ti en la austeridad de la penitencia, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo en la tierra el camino de la vida verdadera, disfrutemos en el cielo de la plenitud de tu gozo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Los he desposado con un solo marido y los he entregado a Cristo como si fueran ustedes una virgen pura.

DE LA SEGUNDA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS: 10, 17-11, 2

Hermanos: Si alguno quiere enorgullecerse, que se enorgullezca del Señor, porque el hombre digno de aprobación no es aquel que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba. Ojalá soportaran ustedes que les dijera unas cuantas cosas sin sentido. Sopórtenmelas, pues estoy celoso de ustedes con celos de Dios, ya que los he desposado con un solo marido y los he entregado a Cristo como si fueran ustedes una virgen pura.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial: Del salmo 148
R/. Que alaben al Señor todos sus fieles.

Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo; que alaben al Señor todos sus ángeles, celestiales ejércitos. R/.

Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jue-ces de este mundo; hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, alaben al Señor y denle culto. R/.

Que alaben al Señor todos sus fieles, los hijos de Israel, el pueblo que ha gozado siempre de familiaridad con él. R/.

ACLAMACIÓN (Jn 15, 9. 5)
R/. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mi amor. El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante. R/.

Va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: 13, 44-46

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra".

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al celebrar hoy la fiesta de santa Rosa, virgen, y haz que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos ayude a encontrar en nuestros sufrimientos, aceptados por amor a él y al prójimo, el camino del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de santas vírgenes y santos religiosos.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Flp 3, 8)
Por amor a Cristo, acepté perderlo todo; y todo lo considero como basura con tal de ganar a Cristo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has hecho partícipes del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, enciéndenos, Señor, en su amor, para que, a ejemplo de santa Rosa, virgen, seamos capaces de renunciar a cuanto pueda apartarnos de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.




BREVE EXPLICACIÓN DEL EVANGELIO
Comentario: Rev. D. Albert SOLS.

Un hombre, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda

Hoy contemplamos la parábola de los talentos. En Jesús apreciamos como un momento de cambio de estilo en su mensaje: el anuncio del Reino ya no se limita tanto a señalar su proximidad como a describir su contenido mediante narraciones: ¡es la hora de las parábolas!

Un gran hombre decide emprender un largo viaje, y confía todo el patrimonio a sus siervos. Pudo haberlo distribuido por partes iguales, pero no lo hizo así. Dio a cada uno según su capacidad (cinco, dos y un talentos). Con aquel dinero pudo cada criado capitalizar el inicio de un buen negocio. Los dos primeros se lanzaron a la administración de sus depósitos, pero el tercero —por miedo o por pereza— prefirió guardarlo eludiendo toda inversión: se encerró en la comodidad de su propia pobreza.

El señor regresó y... exigió la rendición de cuentas (cf. Mt 25,19). Premió la valentía de los dos primeros, que duplicaron el depósito confiado. El trato con el criado “prudente” fue muy distinto.

El mensaje de la parábola sigue teniendo una gran actualidad. La separación progresiva entre la Iglesia y los Estados no es mala, todo lo contrario. Sin embargo, esta mentalidad global y progresiva esconde un efecto secundario, peligroso para los cristianos: ser la imagen viva de aquel tercer criado a quien el amo (figura bíblica de Dios Padre) reprochó con gran severidad. Sin malicia, por pura comodidad o miedo, corremos el peligro de esconder y reducir nuestra fe cristiana al entorno privado de familia y amigos íntimos. El Evangelio no puede quedar en una lectura y estéril contemplación. Hemos de administrar con valentía y riesgo nuestra vocación cristiana en el propio ambiente social y profesional proclamando la figura de Cristo con las palabras y el testimonio.

Comenta san Agustín: «Quienes predicamos la palabra de Dios a los pueblos no estamos tan
alejados de la condición humana y de la reflexión apoyada en la fe que no advirtamos nuestros peligros. Pero nos consuela el que, donde está nuestro peligro por causa del ministerio, allí tenemos la ayuda de vuestras oraciones».



REFLEXIÓN
DE PERLAS Y TESOROS
2 Co 10,17-11,2; Mt 13, 44-46
Las dos pequeñas parábolas del Evangelio de san Mateo describen la experiencia inicial del encuentro con Dios. Quien está acostumbrado a trabajar por sus propios proyectos personales valora unas realidades como si fueran sus tesoros. Vive para sus tesoros, convirtiéndolos de alguna manera en su opción vital. En cierto momento el corazón experimenta un resquebrajamiento, una saludable desilusión, que sirve para colocar cada cosa en su sitio: lo pasajero nunca podrá suplantar a lo esencial. Cuando el hombre descubre que Dios quiere la vida plena, la dicha y la plenitud para cada uno de sus hijos, relativiza muchos de sus tesoros y se dispone a venderlos. No necesitamos de asesores financieros para guiar nuestra vida. Las opciones decisivas de la vida no se toman con criterios de mercaderes, es más sabio tomarlas de acuerdo con la voluntad de Dios. Su voluntad no es una amenaza contra nuestra felicidad. Cuando Dios aprueba nuestro proceder, dialogando íntimamente con nosotros en lo secreto de nuestra conciencia, encontramos la paz. (www misa com mx)



Reflexión

2Cor 10, 17-11, 2. Hemos sido cortados de un olivo silvestre, al que por naturaleza pertenecíamos, y hemos sido injertados contra la naturaleza en el olivo fértil. La alegría que encuentra el esposo con su esposa, es la alegría que el Señor encuentra con su Pueblo. Llenémonos de orgullo en el Señor, que ha querido escoger, para sí, a su Iglesia. No importándole lo que hayamos sido antes, Él nos escogió para que entremos en Alianza nueva y eterna con Él; por eso debemos conservarnos y conducirnos con la debida pureza de espíritu. Somos del Señor; por eso no podemos permanecer en el pecado, lejos de Él; más bien hemos de caminar en una continua conversión hasta lograr la perfección de Aquel que nos ha llamado para que seamos santos, como Él es Santo.

Sal 148. El universo entero estalle en alabanzas al Señor, su Creador y Rey. Él está por encima de todo y se manifiesta como el Dios providente, que con su poder mantiene todo lo que, por amor, llamó a la existencia. Los ángeles y los hombres alaben al Señor y denle culto. Con una continua alabanza a su Nombre permaneceremos constantemente en su presencia; así, en verdad, en Él viviremos, nos moveremos y seremos. Si esta alabanza la eleva la creación entera, cuánto más la hemos de elevar quienes gozamos de familiaridad con Él, porque hemos sido elevados a la dignidad de hijos suyos al haber entrado en comunión de vida con el Señor, por medio de la fe y del bautismo. Si somos uno con Cristo, vivamos alabando y no denigrando el Nombre del Señor entre los pueblos que nos rodean.

Mt. 13, 44-46. Sólo quien posee la Sabiduría que procede de Dios podrá valorar adecuadamente el Evangelio y la Vida que Dios le ofrece. Nadie vendrá a Cristo si no lo llama el Padre; nadie entenderá a Cristo si no es conducido por el Espíritu Santo. No basta descubrir, comprender a Cristo como el Camino, la Verdad y la Vida. A aquel Escriba que le dice a Jesús: Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y que no hay otro fuera de Él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios, Jesús le indica: No estás lejos del Reino de Dios. Mientras no seamos capaces de renunciar a todo y centrar, realmente, nuestra vida en sólo Dios, estaremos, permaneceremos, cerca del Reino de Dios, pero no entraremos en Él. El Señor nos pide que seamos capaces de dejarlo todo y pertenecerle únicamente a Él; porque, de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si al final pierde su vida. En esta Eucaristía nosotros nos hacemos uno con el Señor en una nueva y definitiva alianza. Por Cristo nosotros somos hechos de la familia divina. Comprender esta verdad y decidirnos a aceptar al Señor en nuestra vida, equivale a tomar la decisión de hacer nuestro el tesoro más grande que Dios pudiera ofrecernos. ¿Seremos capaces de no quedar apegados a lo pasajero, a nuestras propias miserias, con tal de ganar a Cristo para nosotros? Recordemos que el Señor renunció incluso a su propia vida, con tal de ganarnos para Él. Ojalá y no vivamos huyendo de Él, sino centrando sólo en Él nuestra vida y nuestro amor. Esta aceptación de la vida de Dios en nosotros nos compromete a convertirnos en una manifestación, en un signo, en un Sacramento vivo de su amor en medio de todos aquellos con quienes entramos en contacto en nuestra existencia. Quien posee al Señor y su Espíritu debe dejarse guiar por Él. De nada nos serviría entrar en comunión con Cristo por medio de la Eucaristía si después vivimos como si no conociéramos a Dios. Roguémosle a nuestro Dios y Padre que nos conceda, por intercesión de la Santísima Virgen María, nuestra Madre, la gracia de vivir, con una verdadera congruencia entre fe y vida, la Alianza que, en amor, hemos pactado para siempre con el Señor de nuestra vida y de nuestra historia. Amén.

(Homilia catolica )



Santos
Rosa de Lima, virgen;
Narcisa de Jesús Martillo, laica.
Beato Alfredo Ildefonso Shuster, cardenal.

Fiesta (Blanco)



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