LECTURAS
DE LA EUCARISTÍA
SABADO
02 DE AGOSTO DE2014
TIEMPO
ORDINARIO A. SEMANA 17
NUESTRA
SEÑORA DE LOS ANGELES
MISA
DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA
DE ENTRADA (Cfr. Sal 44, 13. 15. 16)
Todos
los nobles del pueblo buscan tu favor: te llevan ante el Rey, con séquito de
vírgenes, te siguen tus compañeras en medio de alegría y cantos.
ORACIÓN
COLECTA
Perdona,
Señor, los pecados de tus siervos; y, a quienes no logramos agradarte con
nuestros actos, sálvanos por la intercesión de la Madre de tu Hijo, nuestro
Señor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.
LITURGIA
DE LA PALABRA
Es cierto que el Señor me ha
enviado a ustedes para predicarles todas estas cosas.
DEL LIBRO DEL PROFETA
JEREMÍAS: 26, 11-16. 24
En
aquellos días, los sacerdotes y los profetas dijeron a los jefes y al pueblo:
"Ese hombre, Jeremías, merece la muerte, porque ha profetizado contra esta
ciudad, como ustedes mismos lo han oído".
Pero
Jeremías les dijo a los jefes y al pueblo: "El Señor me ha enviado a
profetizar todo lo que han oído contra este templo y esta ciudad. Pues bien,
corrijan su conducta y sus obras, escuchen la voz del Señor, su Dios, y el
Señor se retractará de la amenaza que ha pronunciado contra ustedes. Por mi
parte, yo estoy en manos de ustedes: hagan de mí lo que les parezca justo y
conveniente. Pero sépanlo bien: si me matan, ustedes, la ciudad y sus
habitantes serán responsables de la muerte de un inocente, porque es cierto que
el Señor me ha enviado a ustedes para anunciarles todas estas cosas".
Los
jefes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: "Este
hombre no merece sentencia de muerte, porque nos ha hablado en nombre del
Señor, nuestro Dios".
Entonces
Ajicam, hijo de Safán, defendió a Jeremías, para que no fuera entregado en
manos del pueblo y lo mataran.
Palabra
de Dios.
Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL: Del
salmo 68
R/. Defiéndeme y ayúdame,
Dios mío.
Sácame
de este cieno, no vaya a ser que me hunda; ponme a salvo, Señor, de los que me
odian y de estas aguas tan profundas. R/.
No
dejes que me arrastre la corriente y que me trague el remolino; no dejes que se
cierre sobre mí la boca del abismo. R/.
Mírame
enfermo y afligido; defiéndeme y ayúdame, Dios mío. En mi cantar exaltaré tu
nombre, proclamaré tu gloria, agradecido. R/.
Se
alegrarán al verlo los que sufren, quienes buscan a Dios tendrán más ánimo,
porque el Señor jamás desoye al pobre, ni olvida al que se encuentra
encadenado. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos
los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
cielos, dice el Señor. R/.
Herodes
mandó degollar a Juan. Los discípulos de Juan fueron a avisarle a Jesús.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: 14, 1-12
En
aquel tiempo, el rey Herodes oyó lo que contaban de Jesús y les dijo a sus
cortesanos: "Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos y
por eso actúan en él fuerzas milagrosas".
Herodes
había apresado a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías,
la mujer de su hermano Filipo, pues Juan le decía a Herodes que no le estaba
permitido tenerla por mujer. Y aunque quería quitarle la vida, le tenía miedo a
la gente, porque creían que Juan era un profeta.
Pero
llegó el cumpleaños de Herodes, y la hija de Herodías bailó delante de todos y
le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que le pidiera. Ella, aconsejada
por su madre, le dijo: "Dame, sobre esta bandeja, la cabeza de Juan el
Bautista".
El
rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por no quedar mal con los
invitados, ordenó que se la dieran; y entonces mandó degollar a Juan en la
cárcel. Trajeron, pues, la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y
ella se la llevó a su madre.
Después
vinieron los discípulos de Juan, recogieron el cuerpo, lo sepultaron, y luego
fueron a avisarle a Jesús.
Palabra
del Señor.
Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe,
Señor, los dones que te ofrecemos; y haz que nuestros corazones, iluminados con
la luz del Espíritu Santo, siguiendo el ejemplo de la bienaventurada Virgen
María, puedan buscar y cumplir siempre tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Prefacio
de santa María Virgen.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN
Alaben
al Señor, Dios nuestro, porque en María, su sierva, ha realizado su
misericordia, prometida a la casa de Israel.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo
recibido el sacramento de la salvación y de la fe, te pedimos, Señor, que, al
conmemorar con devoción a la santísima Virgen María, merezcamos participar con
ella del amor divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
REFLEXIÓN
Mt. 14,1-12: Martirio de
Juan el Bautista.
Este
pasaje de Mateo, nos presenta su visión del martirio de Juan el Bautista.
El relato tiene mucho de historia, pues
nos habla de Herodes Antípas, hijo de Herodes
el grande; gobernaba sobre todo el norte de Israel, Galilea y Perea,
lugar donde Jesús realizó gran parte de
su ministerio hasta que fue a Judea. La decapitación de Juan Bautista, se debe a su predicación que
denunciaba la inmoralidad en que vivía
el tetrarca Herodes, por tener por mujer, a la esposa de su hermano
Filipo. La recia personalidad de Juan y
su irrenunciable actitud de no temer las amenazas del poder, hacen que su palabra sea fuerte en
denunciar el error, con una moral que no
cede ante la mentira. Juan Bautista, no es caña que se doble ante
cualquier viento (cfr. Mt. 11, 7), es el
profeta y precursor del Mesías. Su vida está estrechamente unida al sufrimiento, rechazo y muerte
violenta, como la de Jesús (cfr. Mt. 23, 29.
37; Lc. 13, 33). Con este relato el evangelista, nos quiere mostrar que
Jesús seguirá un camino semejante. Juan,
muere por defender los mandamientos del
Yahvé, el adulterio de Herodes Antipas, va contra la voluntad de Dios,
más tarde Jesús defenderá estos
mandamientos denunciando la malicia que había en la interpretación que hacían los dirigentes
religiosos del pueblo de Israel. Lo odian a
Jesús, como a Juan Bautista porque denuncia la maldad, la mentira, sus
obras son malas (cfr. Mt. 5,21; Jn. 7,
7). Lo mismo habían vivido los profetas en el pasado, antes que Juan y Jesús y pero que
experimentarán más tarde sus discípulos (Mt. 5,
12; 10, 17ss.34). Pero Mateo, insiste en la relación entre ambos, al
señalar que a la decapitación de Juan,
sucede que sus discípulos lo enterraron y fueron a comunicar a Jesús la noticia. Con lo que nos quiere
indicar que los discípulos de Juan, deberán
ir a Jesús. En ÉL encontrarán la plenitud de la revelación, por ÉL, la
verdad, dio Juan la vida, quien había
asegurado que Jesús era superior a él, que bautizará con Espíritu Santo y fuego, que era el Cordero de
Dios que quita el pecado del mundo. Como
Juan y Jesús, la Iglesia sigue su mismo camino al denunciar la maldad de muchos y de instituciones de maldad que
esclavizan a los hombres, y lo hace
anunciando a Jesucristo, el Señor de la vida, la verdad y el amor. La Iglesia
vive en camino, hecho de testimonio y de
sufrimiento, cuando es perseguida y martirizada
en sus hijos los profetas de nuestro tiempo. La vida del cristiano comprometido y la del
buen religioso es un largo martirio,
enseña Teresa de Jesús. “Torno a decir que está el todo o gran parte en
perder cuidado de nosotros mismos y
nuestro regalo; que quien de verdad comienza a servir al Señor, lo menos que le puede ofrecer
es la vida; pues le ha dado su voluntad,
¿qué teme? Claro está que si es verdadero religioso o verdadero orador, y pretende gozar regalos de Dios, que no ha de
volver las espaldas a desear morir por
él y pasar martirio. Pues ¿ya no sabéis, hermanas, que la vida del buen religioso y que quiere ser de los allegados
amigos de Dios, es un largo martirio?
Largo, porque para compararle a los que de presto los degollaban,
puédese llamar largo; mas toda es corta
la vida y algunas cortísimas. Y ¿qué sabemos si seremos de tan corta, que desde una hora o momento
que nos determinemos a servir del todo a
Dios se acabe? Posible sería, que, en fin, todo lo que tiene fin no hay
que hacer caso de ello; y pensando que
cada hora es la postrera, ¿quién no la
trabajará? Pues creedme que pensar esto es lo más seguro.” (Camino
12,2).
(Homiletica
org / Julio Gonzalez Carretti OCD)
UN
POCO DE SENSATEZ
Jr
36, 11-16. 24; Mt 14,1-12
Hace
falta tener sensatez para escuchar y obedecer las advertencias de los profetas.
Jeremías no era un comparsa de la degradación social y religiosa que vivía Judá
a principios del siglo VI a. C., por eso profetizó, escribió un rollo y lo hizo
llegar a los dirigentes próximos al rey, esperando que algún consejero sensato,
le hiciese comprender la gravedad de la situación. Esfuerzo inútil, porque el
rey Joaquín no acogió el mensaje y lanzó el rollo al brasero. Una advertencia
desoída. El Evangelio de San Mateo parece la repetición del mismo fracaso: otro
profeta desoído y violentamente silenciado. Herodes no tolera cuestionamientos
ni críticas a sus excesos mundanos. Atemorizado por el arrastre popular de Juan
Bautista, el virrey Herodes se vale de los caprichos de una cortesana para
quitarlo de enfrente.
(misal
com mx).
Santos
Eusebio de
Vercelli, obispo. Pedro Julián Eymard, fundador.
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