LECTURAS
DE LA EUCARISTÍA
SÁBADO
9 DE AGOSTO DE 2014
TIEMPO
ORDINARIO A. SEMANA 18
MISA
DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA
DE ENTRADA (Cfr. Lc 1, 28. 42
Dios
te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres
entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, que elegiste como Madre del Salvador a la santísima Virgen María,
singularmente bendita entre los pobres y los humildes, concédenos que,
siguiendo su ejemplo, te rindamos el homenaje de una fe sincera y pongamos en
ti toda esperanza de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos.
LITURGIA
DE LA PALABRA
El justo vivirá por su fe.
DEL LIBRO DEL PROFETA
HABACUC: 1, 12-2, 4
¿No
eres tú, Señor, desde siempre, mi santo Dios, que no muere? Tú, Señor, has
escogido al pueblo caldeo para hacer justicia y lo has establecido para
castigar. Tus ojos son demasiado puros para soportar el mal, no puedes ver la
opresión. ¿Por qué miras en silencio a los traidores y callas cuando el malvado
devora al justo?
Tú
tratas a los hombres como a los reptiles, que no tienen dueño, como a los peces
del mar: el pueblo caldeo los pesca con anzuelo, los atrae a su red, los va
amontonando y luego ríe satisfecho. Después ofrece sacrificios a su anzuelo e
incienso a su red, porque le dieron rica presa y comida sustanciosa.
¿Y
vas a permitir que siga llenando sus redes y matando naciones sin piedad?
En
mi puesto de guardia me pondré, me apostaré en la muralla para ver qué me dice
el Señor y qué responde a mi reclamación.
El
Señor me respondió y me dijo: "Escribe la visión que te he manifestado,
ponla clara en tablillas para que se pueda leer de corrido. Es todavía una
visión de algo lejano, pero que viene corriendo y no fallará; si se tarda,
espéralo, pues llegará sin falta. El malvado sucumbirá sin remedio; el justo,
en cambio, vivirá por su fe".
Palabra
de Dios.
Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL: Del
salmo 9
R/.
El Señor no abandona al que lo busca.
El
Señor reina eternamente, tiene establecido un tribunal para juzgar, juzga al
orbe con justicia y rige a las naciones con rectitud. R/.
El
Señor es refugio del oprimido, su refugio en los momentos de peligro. Que
confíen en ti los que te conocen, porque tú, Señor, no abandonas a los que te
buscan. R/.
Tóquenle
música al Señor, que reina en Sión, cuenten sus maravillas a los pueblos,
porque el Señor pide cuentas de la vida y no olvida los gritos de los
oprimidos. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Tm 1, 10)
R/.
Aleluya, aleluya.
Jesucristo,
nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por
medio del Evangelio. R/.
Si
ustedes tienen fe, nada les será imposible.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: 17, 14-20
En
aquel tiempo, al llegar Jesús a donde estaba la multitud, se le acercó un
hombre, que se puso de rodillas y le dijo: "Señor, ten compasión de mi
hijo. Le dan ataques terribles. Unas veces se cae en la lumbre y otras muchas,
en el agua. Se lo traje a tus discípulos, pero no han podido curarlo".
Entonces
Jesús exclamó: "¿Hasta cuándo estaré con esta gente incrédula y perversa?
¿Hasta cuándo tendré que aguantarla? Tráiganme aquí al muchacho". Jesús
ordenó al demonio que saliera del muchacho, y desde ese momento éste quedó
sano.
Después,
al quedarse solos con Jesús, los discípulos le preguntaron: "¿Por qué
nosotros no pudimos echar fuera a ese demonio?" Les respondió Jesús:
"Porque les falta fe. Pues yo les aseguro que si ustedes tuvieran fe al
menos del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a ese monte:
'Trasládate de aquí para allá', y el monte se trasladaría. Entonces nada sería
imposible para ustedes".
Palabra
del Señor.
Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Acoge,
Señor, estas ofrendas que manifiestan nuestro filial servicio, para que, al
celebrar la obra de la caridad inmensa de tu Hijo, seamos confirmados en el
amor a ti y al prójimo, a ejemplo de la bienaventurada Virgen María. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
de santa María Virgen.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 86, 3; L c 1, 49)
De
ti se dicen maravillas, Virgen María, porque ha hecho en ti cosas grandes el
que todo lo puede.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede,
Señor, a tu Iglesia que, fortalecida por la gracia de este sacramento, recorra
con alegría los caminos del Evangelio, hasta que alcance aquella dichosa visión
de paz de la que ya goza la Virgen María, tu humilde esclava, eternamente
gloriosa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MEDITACIÓN DEL PAPA
FRANCISCO
Y
el Señor, ¿qué cosa nos responde? Responde: "Si tuvieran fe como un grano
de mostaza, habrían dicho a este sicómoro: Arráncate y plántate en el mar, y
les habría obedecido". La semilla de la mostaza es pequeñísima, pero Jesús
dice que basta tener una fe así, pequeña, pero verdadera, sincera, para hacer
cosas humanamente imposibles, impensables. ¡Y es verdad!
Todos
conocemos a personas sencillas, humildes, pero con una fe fortísima, ¡que
verdaderamente mueven las montañas! Pensemos por ejemplo en tantas mamás y
papás, que afrontan situaciones muy pesadas; o en ciertos enfermos, incluso
gravísimos, que transmiten serenidad a quien los va a visitar. Estas personas,
precisamente por su fe, no se vanaglorian de lo que hacen, es más, como pide
Jesús en el Evangelio, dicen: "Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que
debíamos hacer". ¡Cuánta gente entre nosotros tiene esta fe fuerte,
humilde, y que hace tanto bien!. (S.S. Francisco, 6 de octubre de 2013).
Reflexión:
Se
puso de rodillas. ¿Te imaginas a un padre de familia, desesperado, poniéndose
de rodillas delante de alguien que aparentemente es un hombre como los demás?
¿Qué le movió a hacerlo? El amor a su hijo.
Primero
lo había intentado con los discípulos, pero ellos no pudieron curar al chico de
los ataques de epilepsia. Luego ve al Señor, se acerca y cae de rodillas ante
Él. No tiene ninguna vergüenza. No le importa lo que digan de él. Únicamente
busca el bien de aquel a quien ama.
Jesús,
conociendo el amor que brotaba del corazón de ese hombre, curó al hijo.
Por
su parte, los discípulos no entendían en qué habían fallado. Jesús les
respondió que les faltaba fe. No dice que no tienen fe, sino que aún es muy
pequeña.
La
fe, aunque es un don de Dios, debe crecer y fortalecerse con nuestra
colaboración. Es como ir a un gimnasio: al levantar las pesas una y otra vez,
nuestros músculos se desarrollan. La fe también debe ejercitarse, ponerse a
prueba, alimentarse. Si nos conformamos con la fe que teníamos a los diez años,
cuando hicimos la primera comunión, es lógico que nuestro "músculo"
espiritual esté raquítico.
Necesitamos
una fe adulta, resistente, alimentada con las lecturas adecuadas, con la
oración diaria, con los sacramentos y con todo aquello que nos ayude a
fortalecerla.
Fuente:
Catholic.net
BREVE
EXPLICACIÓN DEL EVANGELIO
Comentario:
Rev. D. Fidel CATALÁN.
Si
tenéis fe como un grano de mostaza (...) nada os será imposible
Hoy,
una vez más, Jesús da a entender que la medida de los milagros es la medida de
nuestra fe: «Yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a
este monte: “Desplázate de aquí allá”, y se desplazará» (Mt 17,20). De hecho,
como hacen notar san Jerónimo y san Agustín, en la obra de nuestra santidad
(algo que claramente supera a nuestras fuerzas) se realiza este “desplazarse el
monte”. Por tanto, los milagros ahí están y, si no vemos más es porque no le
permitimos hacerlos por nuestra poca fe.
Ante
una situación desconcertante y a todas luces incomprensible, el ser humano
reacciona de diversas maneras. La epilepsia era considerada como una enfermedad
incurable y que sufrían las personas que se encontraban poseídas por algún
espíritu maligno.
El
padre de aquella criatura expresa su amor hacia el hijo buscando su curación
integral, y acude a Jesús. Su acción es mostrada como un verdadero acto de fe.
Él se arrodilla ante Jesús y lo impreca directamente con la convicción interior
de que su petición será escuchada favorablemente. La manera de expresar la
demanda muestra, a la vez, la aceptación de su condición y el reconocimiento de
la misericordia de Aquél que puede compadecerse de los otros.
Aquel
padre trae a colación el hecho de que los discípulos no han podido echar a
aquel demonio. Este elemento introduce la instrucción de Jesús haciendo notar
la poca fe de los discípulos. Seguirlo a Él, hacerse discípulo, colaborar en su
misión pide una fe profunda y bien fundamentada, capaz de soportar
adversidades, contratiempos, dificultades e incomprensiones. Una fe que es
efectiva porque está sólidamente enraizada. En otros fragmentos evangélicos,
Jesucristo mismo lamenta la falta de fe de sus seguidores. La expresión «nada
os será imposible» (Mt 17,20) expresa con toda la fuerza la importancia de la
fe en el seguimiento del Maestro.
La
Palabra de Dios pone delante de nosotros la reflexión sobre la cualidad de
nuestra fe y la manera cómo la profundizamos, y nos recuerda aquella actitud
del padre de familia que se acerca a Jesús y le ruega con la profundidad del
amor de su corazón.
(www
misal com mx)).
Santos
Teresa Benedicta de la Cruz, mártir; Mariana (Bárbara)
Cope de Molokai, religiosa.
Beato Florentino Asensio Barroso, mártir.
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