LECTURAS
DE LA EUCARISTIA
LUNES
7 DE JULIO DE 2014
TIEMPO
ORDINARIO A. SEMANA 14
ANTÍFONA
DE ENTRADA (Cfr. Lc 4, 18)
El
Espíritu del Señor está sobre mí; Él me ha enviado a anunciar la Buena Nueva a
los pobres, dice el Señor.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, que santificas a tu Iglesia universal en todo pueblo y nación, derrama
los dones de tu Espíritu por toda la extensión de la tierra, para que aquello
que obró tu favor en los comienzos mismos de la predicación evangélica, ahora
también lo difunda por medio de los corazones de los creyentes. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA
DE LA PALABRA
Yo te desposaré conmigo para
siempre.
DEL LIBRO DEL PROFETA OSEAS: 2, 16.
17-18. 21-22
Esto
dice el Señor: "Yo conduciré a Israel, mi esposa infiel, al desierto y le
hablaré al corazón. Ella me responderá allá, como cuando era joven, como el día
en que salió de Egipto. Aquel día, palabra del Señor, ella me llamará `Esposo
mío', y no me volverá a decir `Baal mío'.
Israel,
yo te desposaré conmigo para siempre. Nos uniremos en la justicia y la
rectitud, en el amor constante y la ternura; yo te desposaré en la fidelidad y
entonces tú conocerás al Señor".
Palabra
de Dios.
Te
alabamos, Señor.
SALMO REPONSORIAL: Del salmo 144
R/.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Un
día tras otro, Señor, bendeciré tu nombre y no cesará mi boca de alabarte. Muy
digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza incalculable. R/.
Cada
generación a la que sigue anunciará tus obras y proezas. Se hablará de tus
hechos portentosos, del glorioso esplendor de tu grandeza. R/.
Alabarán
tus maravillosos prodigios y contarán tus grandes acciones; difundirán la
memoria de tu inmensa bondad y aclamarán tus victorias. R/.
El
Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para
perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus
creaturas. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo,
nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por
medio del Evangelio. R/.
Mi hija acaba de morir; pero
ven tú y volverá a vivir.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN
SAN MATEO: 9, 18-26
En
aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se le acercó un jefe de la sinagoga, se
postró ante Él y le dijo: "Señor, mi hija acaba de morir; pero ven tú a
imponerle las manos y volverá a vivir".
Jesús
se levantó y lo siguió, acompañado de sus discípulos. Entonces, una mujer que
padecía flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le
tocó la orilla del manto, pues pensaba: "Con sólo tocar su manto, me
curaré". Jesús, volviéndose, la miró y le dijo: "Hija, ten confianza;
tu fe te ha curado". Y en aquel mismo instante quedó curada la mujer.
Cuando
llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús a los flautistas, y el
tumulto de la gente y les dijo: "Retírense de aquí. La niña no está
muerta; está dormida". Y todos se burlaron de Él. En cuanto hicieron salir
a la gente, entró Jesús, tomó a la niña de la mano y ésta se levantó. La
noticia se difundió por toda aquella región.
Palabra
del Señor.
Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Que
el mismo fuego del Espíritu Santo que encendió los corazones de los discípulos
de tu Hijo, santifique, Señor, este sacrificio que vamos a ofrecerte. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 103, 30)
Envía,
Señor, tu Espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que
nos aprovechen, Señor, los dones que hemos recibido, para que estemos siempre
llenos del fervor del Espíritu Santo que derramaste de manera tan inefable en
tus Apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
REFLEXIÓN
El
evangelio de hoy nos lleva a meditar dos milagros de Jesús a favor de dos
mujeres. El primero fue a favor de una mujer considerada impura por una
hemorragia irregular, que padecía desde hacía doce años. El otro, a favor de
una muchacha que acababa de fallecer. Según la mentalidad de la época,
cualquier persona que tocara la sangre o un cadáver era considerada impura y
quien la tocaba, quedaba impuro/a. Sangre y muerte ¡eran factores de exclusión!
Por esto, esas dos mujeres eran personas marginadas, excluidas de la
participación en comunidad. Quien las tocara, quedaría impuro/a, impedido/a de
participar en la comunidad y no podía relacionarse con Dios. Para poder ser readmitida
en la plena participación comunitaria, la persona tenía que pasar por el rito
de la purificación, prescrito por las normas de la ley. Ahora, curando a través
de la fe la impureza de aquella señora, Jesús abrió un camino nuevo para Dios,
un camino que no dependía de los ritos de purificación, controlados por los sacerdotes.
Al resucitar a la muchacha, venció el poder de la muerte y abrió un nuevo
horizonte para la vida.
•
Mateo 9,18-19: La muerte de la muchacha. Mientras Jesús estaba hablando, un
jefe del lugar vino a interceder para su hija que acababa de morir. El pide a
Jesús que fuera a imponer la mano a la muchacha, “y ella vivirá”. El jefe cree
que Jesús tiene el poder de devolver la vida a la hija. Señal de mucha fe en
Jesús, de parte del padre de la muchacha. Jesús se levanta y va con él,
llevando
consigo a que siguen: la curación de la mujer con doce años de hemorragia y la
resurrección de la muchacha. El evangelio de Marcos presenta los mismos dos
episodios, pero con muchos detalles: el jefe se llamaba Jairo, y era uno de los
jefes de la sinagoga. La muchacha no estaba muerta todavía, y tenía doce años,
etc. (Mc 5,21-43). Mateo abrevió la narración tan viva de Marcos.
•
Mateo 9,20-21: La situación de la mujer. Durante la caminada hacia la casa del
jefe, una mujer que sufría desde hacía doce años de hemorragia irregular, se
acerca a Jesús en busca de curación. ¡Doce años de hemorragia! Por esto vivía
excluida, pues, como dijimos, en aquel tiempo la sangre volvía impura a la
persona. Marcos informa que la mujer se había gastado todo su patrimonio con
los médicos y, en vez de estar mejor, estaba peor (Mc 5,25-26). Había oído
hablar de Jesús (Mc 5,27). Por esto, nació en ella una nueva esperanza. Decía:
“Con sólo tocar su manto me salvaré”. El catecismo de la época mandaba decir:
“Si toco su ropa, quedo impuro. La mujer pensaba exactamente lo contrario. Señal
de mucho valor. Señal de que las mujeres no estaban del todo de acuerdo con
todo lo que las autoridades religiosas enseñaban. ¡La enseñanza de los fariseos
y de los escribas no consiguió controlar el pensamiento de la gente! ¡Gracias a
Dios! La mujer se acercó a Jesús por detrás, tocó su manto, y quedó curada.
•
Mateo 9,22: La palabra iluminadora de Jesús. Jesús se da la vuelta y, viendo a
la mujer, declara: “¡Animo, hija! Tu fe te ha salvado.” Frase breve, pero que
deja transparentar tres puntos muy importantes: (a) Al decir “Hija”, Jesús
acoge a la mujer en la nueva comunidad, que se formaba a su alrededor. Ella
deja de ser una excluida. (b) Acontece de hecho aquello que ella esperaba y
creía.
Queda curada. Muestra esto, de que el catecismo de las autoridades religiosas
no era correcto y que en Jesús se abría un nuevo camino para que las personas
pudiesen obtener la pureza exigida por la ley y entrar en contacto con Dios.
(c) Jesús reconoce que, sin la fe de aquella mujer, él no hubiera podido hacer
el milagro. La curación no fue un rito mágico, sino un acto de fe.
•
Mateo 9,23-24: En la casa del jefe. En seguida, Jesús va para la casa del jefe.
Viendo el alboroto de los que lloraban por la muerte de la muchacha, Jesús
manda que todo el mundo salga de la casa Dijo: “La muchacha no ha muerto. ¡Está
dormida!”. La gente se ríe, porque sabe distinguir cuando una persona está
dormida o cuando está muerta. Para la gente, la muerte era una barrera que nadie
podía superar. Es la risa de Abrahán y de Sara, esto es, de los que no
consiguieron creer que nada es imposible para Dios (Gn 17,17; 18,12-14; Lc
1,37). Las palabras de Jesús tienen un significado más profundo aún. La
situación de las comunidades del tiempo de Mateo parecía una situación de
muerte. Ellas también tenían que oír: “¡No es muerte! ¡Ustedes están durmiendo!
¡Despiértense!”
•
Mateo 9,25-26: La resurrección de la muchacha. Jesús no dio importancia a la
risa del pueblo. Esperó que todos estuvieran fuera de la casa. Luego entró,
tomó a la muchacha por la mano y
se
levantó. Marcos conserva las palabras de Jesús: “Talita kúmi!”, lo que quiere
decir: Muchacha, ¡levántate! (Mc 5,41). La noticia se esparció por toda aquella
región. Y la gente creyó que Jesús es el Señor de la vida que vence la muerte.
(Homiletica
org / Carmelitas)
REFLEXIÓN:
DELICADEZA Y SEDUCCIÓN
Os
2, 16.17-18. 21-22; Mt 9,18-26
Con
imágenes cargadas de calidez, el profeta Oseas anuncia la reconciliación de
Dios-esposo con su pueblo-esposa. Sin rubor alguno declara que seducirá a su
amada y se casará con ella de forma definitiva. Esa unión perdurará porque
estará construida sobre relaciones de pareja justas, permeadas por el cariño.
Cualquier relación personal que tenga estas características sin duda podrá
sobrevivir. El Evangelio presenta al Señor Jesús en actitud cariñosa y amable
con dos mujeres: una mujer que padecía hemorragias y una niña recién fallecida.
El Evangelio nos muestra al Señor tocando cariñosamente a la niña y dejándose
tocar por la mujer. No les dirige ningún reproche, no les hace creer que su
enfermedad es un justo castigo por sus pecados. Las trata con misericordia,
mostrando el rostro amoroso del Padre celestial. (www misal com mx)
Santos
Panteno de Alejandría, misionero; Willebaldo de
Eichstadt, obispo. Beata María Romero Meneses, religiosa.
Feria (Verde)
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