LECTURAS
DE LA EUCARISTÍA
JUEVES
24 DE JULIO DE 2014
TIEMPO
ORDINARIO A. SEMANA 16.
ANTÍFONA
DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió
Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que lo
comieran; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio
pascual de tu Unigénito, concede, benigno, que quienes anunciamos llenos de fe
por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, experimentemos
un continuo aumento de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
LITURGIA
DE LA PALABRA
Me
abandonaron a mí, manantial de aguas vivas, y se hicieron cisternas agrietadas.
DEL LIBRO DEL PROFETA
JEREMÍAS: 2, 1-3. 7-8. 12-13
En
aquel tiempo, me habló el Señor y me dijo: "Ve y grita a los oídos de
Jerusalén: 'Esto dice el Señor: Aún recuerdo el cariño de tu juventud y tu amor
de novia para conmigo, cuando me seguías por el desierto, por una tierra sin
cultivo.
Israel
estaba consagrado al Señor como primicia de su cosecha. Quien se atrevía a
comer de ella, cometía un delito y la desgracia caía sobre él. Yo los traje a
ustedes a una tierra de jardines, para que comieran de sus excelentes frutos.
Pero llegaron y profanaron mi tierra, convirtieron mi heredad en algo
abominable.
Los
sacerdotes ya no hablan de Dios y los doctores de la ley no me conocen, los
pastores han profetizado en nombre de Baal y adoran a los ídolos.
Espántense,
cielos, de ello, horrorícense y pásmense —palabra del Señor—, porque dos
maldades ha cometido mi pueblo: me abandonaron a mí, manantial de aguas vivas,
y se hicieron cisternas agrietadas, que no retienen el agua' ".
Palabra
de Dios.
Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL: Del
salmo 35
R/.
Tú eres, Señor, la fuente de la vida.
Señor,
tu misericordia es tan grande como el cielo y tu fidelidad, como desde la
tierra hasta las nubes. Más grande que las montañas es tu justicia y tus
sentencias son como el océano inmenso. R/.
Señor,
qué inapreciable es tu misericordia. Los seres humanos se acogen a la sombra de
tus alas, se nutren de lo más sabroso de tu casa y tú les das a beber el
torrente de tus delicias. R/.
Porque
tú eres, Señor, la fuente de la vida y tu luz nos hace ver la luz. Prolonga tu
misericordia con los que te reconocen y tu justicia con los rectos de corazón.
R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Yo
te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los
misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
A
ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los cielos; pero
a ellos no.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: 13, 10-17
En
aquel tiempo, se acercaron a Jesús sus discípulos y le preguntaron:
"¿Porqué les hablas en parábolas?" Él les respondió: "A ustedes
se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los cielos; pero a ellos
no. Al que tiene se le dará más y nadará en la abundancia; pero al que tiene
poco, aun eso poco se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo
no ven y oyendo no oyen ni entienden.
En
ellos se cumple aquella profecía de Isaías que dice: Ustedes oirán una y otra
vez y no entenderán; mirarán y volverán a mirar, pero no verán; porque este
pueblo ha endurecido su corazón, ha cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el
fin de no ver con los ojos ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón.
Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.
Pero,
dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que
muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron
y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron".
Palabra
del Señor.
Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Señor,
al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu
clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de
unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo
soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan
vivirá eternamente. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el
mundo tenga vida.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios
nuestro, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de
modo que, por la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se estreche entre
nosotros la unión fraterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN
COLECTA
Dios
nuestro, que llamaste al presbítero san Chárbel Makhlüf al extraordinario
combate espiritual del desierto, y lo enriqueciste con una piedad admirable,
concédenos que, transformados en imitadores de la pasión del Señor, merezcamos
ser partícipes de su reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Te
pedimos, Señor, que recibas este sacrificio que te ofrecemos por la salvación
de tu pueblo, por el cual podamos, con la intercesión de san Chárbel, no sólo
apartarnos de las seducciones del pecado, sino también formar parte de la
asamblea de los santos en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede,
Señor Dios nuestro, que, amparados bajo la protección de san Chárbel, por
virtud de este sacramento, regalo de tu sabiduría, vivamos con justa
moderación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
REFLEXIÓN
Mt. 13, 10-17: A
vosotros se os ha concedido conocer los secretos del Reino de los cielos y a ellos no. Este pasaje del evangelio, responde a la
inquietud: ¿Por qué Jesús habla en
parábolas? A Mateo le interesa ahora profundizar la doctrina enseñada al
pueblo y la instrucción dada a los
discípulos. Tenemos la impresión que Jesús usó las parábolas, para no ser comprendido o para que
la verdad fundamental del evangelio, no
llegase a todos, sino a un grupo reducido de escogidos. Lenguaje secreto, no como abierta instrucción sobre el
reino de Dios, fruto quizás, de la
incredulidad manifestada por el pueblo, por ello usaba las parábolas. La
respuesta de Jesús, a vosotros se os
dado conocer los misterios del Reino de Dios, en cambio, a ellos no (v.11). Se habla de misterios, ¿cuáles? No se dice
claramente lo que es el reino de Dios,
no se impone a la gente, no supera al hombre. Es un misterio sólo conocido por el oyente solícito y por él
reconocido; Jesús llama a todos sin
excepción. Pero es allí, en diferentes tipos de campos, donde se decide
si se acepta o no, el mensaje Jesús, si
la semilla de la palabra echa raíces, da frutos, o se pierde pronto o en un tiempo determinado. Con el término misterios
se alude a la explicación de las
parábolas (cfr. Mt.13,18-23; 36-43), la que se confía a los discípulos (vv.18.36). Esta realidad será
para los que se abren al Espíritu pero
también para los que ya son sus discípulos. Jesús alaba a los discípulos
porque ven y oyen, como conviene, lo que
ven es a Jesús y su palabra, ahí está la mejor
explicación del reino de Dios (vv.16-17). Se presenta el misterio de la
vocación y de la elección sobre lo cual
el hombre no pide cuantas a Dios (Rm. 9, 19s). Está abierto el camino para dar frutos al oyente
bien dispuesto en lo interior.
Conocimiento y participación en el reino de Dios para los discípulos
sigue siendo un misterio, todavía
seguirá siendo pura gracia la lección y la participación (Ex. 33, 19s).
El evangelista añade: al que tiene se le dará…(v.12), es decir, Dios
prodiga sus bienes libérrimamente hasta
conseguir la vida eterna. A los no dispuestos, se les quitará hasta lo que creen poseer hasta
que en día del Juicio, lo pierdan todo. Es
el infierno del sinsentido; la decisión respecto a Jesús es radical.
Habla en parábolas porque “viendo no ven
y oyendo no oyen ni entienden” (v. 13; cfr. Is.
6,9-10). Jesús contesta ahora directamente la pregunta de los
discípulos. Isaías había recibido el
mandato de Yahvé de endurecer el corazón de Israel, porque no obedeció la alianza con el Señor. Dicha
aniquilación comienza con no querer ni ver
ni oír, es decir, con el endurecimiento del corazón. Como con el
profeta, también con Jesús aparece el
misterio de obstinación. De ahí que el lenguaje sea en parábolas; no se quieren salvar, por lo
mismo, se hacen culpables (v. 15, cfr. Mc.
4,11s). Jesús declara dichosos a los discípulos porque ven y oyen.
Muchos quisieron ver y oír lo que ellos
ven y escuchan (cfr. Mt.13,11). Se pasa
del adviento que fue para los profetas y
la venida, es decir, esta manifestación que ellos no conocieron pero sí los discípulos, por eso ahora son
dichosos (cfr. Mt. 23,29; Rom.16,25;
Ef.3,4-5; Col.1,26). De ahí que ven y conocen, oyen y entienden porque
en y con Jesús experimentan el misterio
de Dios (cfr. Col.1, 24s), en su Iglesia.
Santa Teresa de Jesús, es una de los bienaventurados que conoció los
secretos del Reino de Dios, porque
acogió la salvación que Cristo le ofrecía en la oración. “Miradle resucitado… ¡qué victorioso! ¡qué
alegre! Como quien tan bien salió de la
batalla adonde ha ganado un gran reino, que todo le quiere para vos, y
así con él. Pues ¿es mucho que a quien
tanto os da volváis una vez los ojos a mirarle?” (Camino 26, 4).
(Homiletica
org / P. Julio González Carretti, OCD)
REFLEXIÓN:RECUERDO
TU CARIÑO DE JOVEN
Jr
2, 1-3. 7-8. 12-13; Mt 13, 10-17
El
profeta Jeremías es un poeta lírico que expresa de manera desbordante sus
sentimientos. Trata de descifrar los secretos existentes en la relación entre
Dios y su pueblo y descubre una merma en la intensidad del amor. Al igual que
en las relaciones humanas resulta complicado mantener la autenticidad del amor
y los mejores años pasan y se recuerda con nostalgia el cariño juvenil; del
mismo modo Israel se deja vencer por la rutina y empieza a coquetear con
opciones degradadas, "aljibes agrietados" les llama el profeta. Para
desentrañar la hondura del mensaje evangélico es imprescindible seguir a
Jesucristo, quien se mantenga demasiado prudente, evitando riesgos, se le
escapará la esencia del Reinado de Dios. Los discípulos están en la condición
idónea, viven como su Señor, intentan compartir su estilo de vida y eso les da
el horizonte indispensable para comprender su propuesta. (www misal com mx)
Santos
Chárbel Makhluf,
presbítero; José Fernández, mártir.
Beato Cristóbal de Santa Catalina, fundador.
Feria (Verde)
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