lunes, 21 de julio de 2014

LUNES 21 DE JULIO DE 2014. LECTURAS DE LA EUCARISTIA




LUNES 21 DE JULIO DE 2014
TIEMPO ORDINARIO  A. SEMANA 16

ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 12, 5)
Mientras Pedro estaba en la cárcel, la comunidad no cesaba de orar a Dios por él.

ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que en tu inescrutable providencia quieres asociar a tu Iglesia a la pasión de tu Hijo, concede a tus fieles que son perseguidos a causa de tu nombre, el espíritu de paciencia y caridad, para que sean hallados testigos fieles y veraces de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Te daré a conocer lo que el Señor desea de ti.

DEL LIBRO DEL PROFETA MIQUEAS: 6, 1-4. 6-8

Escuchen lo que dice el Señor: "Levántate; llama a juicio a los montes, que las colinas escuchen tu voz. Escuchen, montes, el juicio del Señor, pongan atención, cimientos de la tierra: el Señor entabla juicio contra su pueblo, presenta sus quejas contra Israel.
Pueblo mío, ¿qué mal te he causado o en qué cosa te he ofendido? Respóndeme. Con la ayuda de Moisés, Aarón y María, yo te saqué de Egipto y te libré de la esclavitud".
¿Qué cosa digna le ofreceré al Señor, postrado ante el Dios del cielo? ¿Le ofreceré en holocausto becerros de un año? ¿Aceptará el Señor un millar de carneros o diez mil ríos de aceite? ¿En expiación por mis culpas le ofreceré a mi primogénito, al fruto de mis entrañas, por mi pecado?
Hombre, ya te he explicado lo que es bueno, lo que el Señor desea de ti: que practiques la justicia y ames la lealtad y que seas humilde con tu Dios.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL: Del salmo 49
R/. Dios salva al que cumple su voluntad.

Congreguen ante mí a los que sellaron sobre el altar mi alianza. Es Dios quien va a juzgar y el cielo mismo lo declara. R/.

No voy a reclamarte sacrificios, pues siempre están ante mí tus holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros de tu casa ni cabritos de tus rebaños. R/.

¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto, tú, que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R/.

Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que yo soy como tú? Quien las gracias me da, ése me honra y yo salvaré al que cumple mi voluntad. R/.

ACLAMACIÓN (Cfr. Sal 94, 8)
R/. Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/.




La reina del sur se levantará el día del juicio contra esta generación.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: 12, 38-42

En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: Maestro,  queremos ver un signo tuyo."  Él les contestó: -Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le  dará más signo que el de Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre  del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la  tierra.  Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la  condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno  que es más que Jonás.  Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la  condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la  sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón."

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.



Mt. 12, 38-42: Piden una señal. No se les dará más signo que el de  Jonás.    Este evangelio nos revela que siempre ha existido un sensacionalismo religioso,  hechos extraordinarios, la milagrería, etc. Si bien buscan la fe, los que gustan de  estos fenómenos religiosos, se apoyan en estas realidades efímeras, religiosas,  pero poco cristianas; a Jesús los fariseos le piden un signo del cielo (Mt. 16, 1). Fue  una de estas peticiones de signos para creer, lo que más disgusta a Jesús: “Si no  veis signos y milagros no creéis” (Jn. 4, 48). Los signos que ha hecho ﾿no son  suficientes? ¿No ha hablado Dios en su bautismo en el Jordán? Ellos quieren algo  más se podría poner en la línea del Bautista, cuando quería saber si, Jesús era  realmente el Mesías (Mt.11,2), quieren un signo innegable, apodíctico. Como al  Bautista, a los fariseos, Jesús les muestra el camino de la fe, en contrapunto, a  querer como ellos, forzar la voluntad de Dios, en lugar de someterse a ella. Esta  actitud la califica Jesús, como la de una generación “malvada y adúltera” (v.39),  por su falta de confianza en Dios, de fidelidad a su palabra. La fe, no se cimienta en  cosas extraordinarias, sino en la aceptación de la voluntad de Dios en la vida del  creyente. Esta generación no es otra que el pueblo de Israel, que a lo largo de su  historia vivió siempre pidiendo signos y prodigios a Yahvé; sin milagros  comenzaban a dudar de su palabra. Simplemente Jesús no accede a su petición, es  más les niega toda señal, como tampoco accedió a las de Satanás en el desierto  (cfr. Mc. 4,1-11; 8,11). ¿Quién estaba preparado para el signo que les daría el Hijo  del Hombre con su muerte y resurrección? ¿Quién lo hubiera comprendido? Les  faltaba fe, puesto que ese signo hay que comprenderlo sólo desde la fe. La figura  de Jonás, era muy conocida entre los judíos, por eso, que la mención que de él que  hace Cristo, es muy significativa en Mateo. La predicación de Jonás fue atendida  por los ninivitas, ya que siendo paganos, hicieron penitencia,  se convirtieron y  aceptaron la palabra de Dios. La advertencia no podía ser más clara: el evangelio  se va a ofrecer a los paganos. Los judíos no podían presentar reclamos, porque  ellos habían rechazado la palabra de Dios; los paganos hicieron penitencia, y se  convirtieron de su mala conducta. En cambio, los judíos se niegan a escuchar a  Jesús, que es mucho más que Jonás. La señal es la muerte y resurrección de Cristo,  estará tres días bajo tierra, por obediencia a Dios; Jonás también estuvo tres días  en el vientre de la ballena, pero castigado por desobedecer a Dios, es liberado y  enviado a predicar a los ninivitas (cfr. Jon.2,1). Cristo muere como los profetas,  pero es resucitado y exaltado gloriosamente a la derecha del Padre. Esta es la única  señal que dará el Padre a la humanidad, escándalo para los judíos, necedad para  los gentiles (cfr. 1Cor.1, 20-23). Bastó un profeta, Jonás, una señal, su predicación,  y Nínive se convirtió, pero aquí, dada la sentencia, hay uno que es mayor que  Jonás, es decir los paganos, no sólo reemplazarán a los judíos, sino que los juzgarán a final de los tiempos (v. 41; cfr. Mt. 8, 11-12). Se menciona a la reina de  Saba que visitó a Salomón para  saciarse de su sabiduría (cfr. 1Re 10,1-13; 2 Cró.  9,1-12), en cambio, ellos se niegan a escuchar a Jesucristo que es más que  Salomón, porque es la Sabiduría y palabra de Dios (v. 42). Jesucristo es predicador  de conversión y penitencia, como Jonás, pero además camino hacia Dios como  Salomón y los maestros sapienciales posteriores, si bien es profeta y maestros, los  supera a ambos.  Él es el gran signo que Dios envía a la humanidad como Mesías,  Rey y Profeta y con ÉL se deberá producir el gran milagro de nuestra conversión  diaria. ¿Queremos milagros? Este es el mejor, el más evangélico, cristiano;  realicémonos.  Teresa de Jesús, nos hace testigos, como ella, de este signo, saber que Jesús está  vivo, en su Evangelio, en la Eucaristía, en la vida de gracia de cada orante. “Oh  Jesús mío, quién pudiese dar a entender la majestad con que os mostráis! Y cuán  Señor de todo el mundo y de los cielos, y de otros mil mundos, y sin cuento  mundos y cielos que Vos criaseis, entiende el alma, según con la majestad que os  representáis, que no es nada, para ser Vos Señor de ello.” (Vida 28,8).     

(Homiletica org / Padre Julio Gonzalez Carretti OCD)


REFLEXIÓN: LA PRESENCIA DE DIOS
Mi 6,1-4. 6-8; Mt 12,38-42
No es necesario exigir señales extraordinarias para advertir la presencia de Dios en nuestra vida. El signo fundamental se percibe con los sentidos y con la mente bien abierta: quienes practican la lealtad, la justicia y se comportan con humildad ante Dios son para el resto de las personas, la señal más transparente de su presencia. Donde quiera que una persona trate con equidad, cariño y bondad a sus hermanos, ahí está Dios. Ese es en realidad el milagro más difícil de realizar. Los adversarios del Señor Jesús exigían realizara acciones espectaculares para darle credibilidad. No sabían deletrear el mensaje que cotidianamente transparentaba en sus actitudes de compasión, solidaridad y afectuosa calidez con los necesitados. Esas son las señales proféticas que Dios le brindó a Jonás: compasión por los ninivitas, incluyendo sus rebaños y ganados. (www misal com mx)


Lorenzo de Brindisi, Doctor de la Iglesia; 
Alberico Crescitelli, mártir.
Beata Lucrecia García y compañeras, mártires.

Feria (Verde)

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