sábado, 8 de marzo de 2014

LECTURAS DE LA EUCARISTÍA DOMINGO 9 DE MARZO DE 2014


LECTURAS DE LA EUCARISTÍA
DOMINGO 9 DE MARZO DE 2014
I DOMINGO DE CUARESMA

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 90, 15-16)
Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida.

No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que las prácticas anuales propias de la Cuaresma nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo y a llevar una vida más cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA
Creación y pecado de nuestros primeros padres.

DEL LIBRO DEL GÉNESIS: 2, 7-9; 3, 1-7

Después de haber creado el cielo y la tierra, el Señor Dios tomó polvo del suelo y con él formó al hombre; le sopló en la nariz un aliento de vida, y el hombre comenzó a vivir. Después plantó el Señor un jardín al oriente del Edén y allí puso al hombre que había formado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, de hermoso aspecto y sabrosos frutos, y además, en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. La serpiente era el más astuto de los animales del campo que había creado el Señor Dios. Un día le dijo a la mujer: "¿Es cierto que Dios les ha prohibido comer de todos los árboles del jardín?"
La mujer respondió: "Podemos comer del fruto de todos los árboles del jardín, pero del árbol que está en el centro, dijo Dios: 'No comerán de él ni lo tocarán, porque de lo contrario, habrán de morir' ".
La serpiente replicó a la mujer: "De ningún modo. No morirán. Bien sabe Dios que el día que coman de los frutos de ese árbol, se les abrirán a ustedes los ojos y serán como Dios, que conoce el bien y el mal". La mujer vio que el árbol era bueno para comer, agradable a la vista y codiciable, además, para alcanzar la sabiduría. Tomó, pues, de su fruto, comió y le dio a su marido, que estaba junto a ella, el cual también comió. Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entrelazaron unas hojas de higuera y se cubrieron con ellas.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL: Del salmo 50
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.

Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. R/.

Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.

Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu. R/.

Devuélveme tu salvación, que regocija, mantén en mí un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. R/.


El don de Dios supera con mucho al delito.

DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS: 5, 12-19

Hermanos: Así como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado entró la muerte, así la muerte llegó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Antes de la ley de Moisés ya había pecado en el mundo y, si bien es cierto que el pecado no se imputa cuando no hay ley, sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés aun sobre aquellos que no pecaron con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir.
Ahora bien, con el don no sucede como con el delito, porque si por el delito de uno solo murieron todos, ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos! Y con el don no sucede como con las consecuencias del pecado de uno solo, porque ciertamente la sentencia, partiendo de uno solo, lleva a la condenación, pero la obra de la gracia, partiendo de muchos delitos, se resuelve en justificación.
En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte, por un solo hombre, ¡con cuánta más razón los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por uno solo, Jesucristo!
Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo procura para todos los hombres la justificación, que da la vida. En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN (Mt 4, 4)
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.

El ayuno y las tentaciones de Jesús.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: 4, 1-11

En aquel tiempo, Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer y, al final, tuvo hambre. Entonces se le acercó el tentador y le dijo: "Si tú eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes". Jesús le respondió: "Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios".
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo: "Si eres el Hijo de Dios, échate para abajo, porque está escrito: Mandará a sus ángeles que te cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en piedra alguna". Jesús le contestó: "También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios".
Luego lo llevó el diablo a un monte muy alto y desde ahí le hizo ver la grandeza de todos los reinos del mundo y le dijo: "Te daré todo esto, si te postras y me adoras". Pero Jesús le replicó: "Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él sólo servirás".
Entonces lo dejó el diablo y se acercaron los ángeles para servirle.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL
Con fe, pidámosle a Dios que escuche la oración de su pueblo.
Después de cada petición diremos (cantando): Señor, ten piedad (o bien: Kýrie, eléison).
Para que este tiempo de Cuaresma sea, para toda la Iglesia, un tiempo de renovación en la fidelidad al Evangelio. Oremos.
Para que la luz de Jesucristo ilumine a los que en esta Cuaresma se están preparando para el Bautismo. Oremos.
Para que cada vez más, en todas partes, en todos los corazones, triunfe el bien por encima del mal. Oremos.
Para que en todo el mundo las mujeres sean respetadas y reconocidas en toda su dignidad. Oremos.
Para que los enfermos alcancen salud y fortaleza, y los que viven angustiados encuentren la paz del espíritu. Oremos.
Para que cada uno de nosotros seamos siempre levadura y testimonio de amor y de esperanza. Oremos. Escúchanos, Padre, y danos la vida nueva de Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que estos dones que vamos a ofrecerte, nos dispongan convenientemente para el santo tiempo de la Cuaresma, que estamos iniciando. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo nuestro Señor, al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento, inauguró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal y, al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó a sofocar la fuerza del pecado; de este modo, celebrando con sinceridad el misterio de esta Pascua, podremos pasar un día a la Pascua que no acaba.
Por eso, con los ángeles y santos te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 90, 4)

El Señor te cubrirá con su protección, bajo sus alas encontrarás refugio.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este pan celestial alimente, Señor, en nosotros la fe, aumente la esperanza, refuerce la caridad, y nos enseñe a sentir hambre de Cristo, que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que proceda de tu boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.



PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO. DOMINGO 09 DE MARZO DE 2014

VATICANO, 09 Mar. 14 / 10:14 am (ACI/EWTN Noticias).- En sus palabras previas al rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco exhortó a los fieles a renovar las promesas bautismales y renunciar a Satanás y a todas sus obras y seducciones.
Al recordar el Evangelio de hoy, primer domingo de Cuaresma, que presenta a Jesús afrontando las tentaciones de Satanás, el Santo Padre recordó que “el tentador trata de apartar a Jesús del proyecto del Padre, o sea de la vía del sacrificio, del amor que ofrece a sí mismo en expiación, para hacerle tomar un camino fácil, de éxito y poder”
“El duelo entre Jesús y Satanás se produce a golpe de citas de la Sagrada Escritura. En efecto, el diablo para alejar a Jesús de la vía de la cruz, le presenta las falsas esperanzas mesiánicas: el bienestar económico, indicado por la posibilidad de transformar las piedras en pan; el estilo espectacular y milagrero, con la idea de arrojarse desde el punto más alto del templo de Jerusalén y hacerse salvar por los ángeles y, en fin, el atajo del poder y del dominio, a cambio de un acto de adoración a Satanás”
El Papa subrayó que “son los tres grupos de tentaciones, también nosotros los conocemos bien”
“Jesús rechaza decididamente todas estas tentaciones y reafirma la firme voluntad de seguir la vía establecida por el Padre, sin ningún compromiso con el pecado y con la lógica del mundo”
Francisco indicó que “noten bien cómo responde Jesús: Él no dialoga con Satanás como había hecho Eva en el paraíso terrenal. Jesús sabe bien que con Satanás no se puede dialogar porque, ¡es tan astuto! Por eso Jesús en vez de dialogar, como hizo Eva, elige de refugiarse en la Palabra de Dios y responde con la fuerza de esta Palabra”
“Recordemos esto en el momento de las tentaciones, de nuestras tentaciones: ningún argumento con Satanás, sino siempre defendidos por la palabra de Dios, ¡y esto nos salvará!”
El Papa dijo que “en sus respuestas a Satanás, el Señor nos recuerda ante todo que ‘no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’; y esto nos da fuerza, nos sostiene en la lucha contra la mentalidad mundana que abaja al hombre al nivel de las necesidades primarias, haciéndole perder el hambre de lo que es verdadero, bueno y bello, el hambre de Dios y de su amor”.
El Papa recordó que Jesús nos recuerda “que también está escrito: ‘No tentarás al Señor tu Dios’, porque el camino de la fe pasa también a través de la oscuridad, la duda, y se nutre de paciencia y de espera perseverante”.
“Recuerda, en fin, Jesús, que está escrito: ‘Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto’; o sea, debemos deshacernos de los ídolos, de las cosas vanas, y construir nuestra vida sobre lo esencial”.
Estas palabras de Jesús, dijo el Papa, “encuentran después una confirmación concreta en sus acciones. Su absoluta fidelidad al designio del amor del Padre lo conducirá, después de casi tres años, a la rendición final de cuentas con el ‘príncipe de este mundo’, en la hora de la pasión y de la cruz, y allí Jesús traerá su victoria definitiva, ¡la victoria del amor!”.
“Queridos hermanos, el tiempo de la Cuaresma es ocasión propicia para todos nosotros para realizar un camino de conversión, confrontándonos sinceramente con esta página del Evangelio”.
Al concluir, el Papa alentó a los fieles a renovar “las promesas de nuestro Bautismo: renunciemos a Satanás y a todas sus obras y seducciones, porque es un seductor él, ¿eh? Para caminar por los senderos de Dios y ‘llegar a la Pascua en la alegría del Espíritu’


Fuente: www aciprensa . com

REFLEXIÓN
TRES TENTACIONES DE HOY
1.- Ojalá que ese espíritu transportista que se llevó a Jesús al desierto nos lleve también a nosotros, desde el Jardín del Edén donde vivimos en Babia, al desierto, a un sitio de silencio, donde ni siquiera llegue la matraca de la publicidad por teléfono no solicitada, porque tenemos mucho que pensar.
Dejando aparte todas esas cuestiones que discuten los sabios: si estas tentaciones fueron reales, o si son una especie de parábola resumiendo las tentaciones que el Señor tuvo que padecer a lo largo de su vida respecto a su trabajo de Mesías. Y si fueron apariciones reales del diablo o solo internas en el mismo Jesús, vamos a tratar de ver su transcendencia.
2.- La primera tentación, haz de estas piedras panes es la mas antigua de la Historia humana. En tiempos de los romanos se llamaba “pan y circo” y ahora pesebrismo y fútbol. Es la más indignante de todas porque es la mayor humillación que se puede hacer a una persona humana, con la dignidad de hijo de Dios. Echarle un mendrugo de pan para que mal viva con la amenaza constante de quitarle un pedazo de pan.
Es el procedimiento de los tiranos para manejar un pueblo a su gusto. Y es lo que propone el Diablo a Jesús… que si quiere propagar su mensaje lo mejor es llenar el estómago a la gente. Y Jesús ya tuvo la experiencia de su resultado, cuando después de dar de comer a cinco mil hombres, se encara con la multitud y les dice “me seguís porque habéis comido hasta hartaros”
Jesús ha venido a proclamar la ley del amor, la cual traerá consigo el compartir con los demás, y con eso habrá pan para todos, el amor traerá el pan, pero el pan no traerá el amor, sino el temor de que hasta eso se les quite. Por eso su contestación “no solo de pan vive el hombre”. Un estómago lleno y un corazón vacío es el estado de bienestar más cercano a la animalidad.
3.- La ley del amor procede lentamente, por eso el Señor siempre habla de la semilla, que tarda en hacerse espiga, de la levadura que poco a poco fermenta la masa. Es el arder lento del tronco de encina que calienta y alegra largas horas. Ese desnaturalizado amor del “hacer el amor”, ley fundamental de la sociedad del bienestar. Son fuegos artificiales que como se encienden se apagan.
Pues contra esa lentitud de las cosas de Dios se opone la segunda tentación: la eficacia. Y en esa tentación hemos caído todos, las grandes manifestaciones públicas, las televisiones, el derroche de dinero, los grandes templos. Y cuanta menos fe verdadera hay, surgen las apariciones por todas partes y el sol da vueltas y las imágenes lloran y los mensajes apocalípticos al margen del evangelio se multiplican y todo eso trae mayores multitudes que una misa sencilla oída en una ermita de pueblo. Nos enerva la lentitud de Él, claro que no ha estudiado Ciencias Empresariales, ni Marketing, y así le va.
4.- Y la última tentación es la del poder, con la fuerza del rodillo político e imponer desde arriba creencias o desavenencias. Que en otros tiempos se decía en latín “cuius regio ejus et religio” y lo traduzco. Es algo así como “convertido el jefe, convertido el pueblo” o “descreído el jefe, descreído el pueblo”. Y es exactamente la doctrina de Satanás.
Es notable que el Diablo diga “te daré todo esto…”, porque el poder, la gloria de la tierra la tiene por suya. Lord Acton diría siglos más tarde: “el poder corrompe” porque todos llevamos en el corazón aquel grito del diablo en el paraíso: “Seréis como dioses…”. Intocables, inconmovibles, poseyendo la verdad absoluta.
Es el campo del poder el que produce las falsas promesas, el engaño, el ridiculizar al oponente, el chalaneo… El poder corrompe tanto que hacer perder la propia dignidad y hace a los poderosos abajarse a ser bufones de un pueblo que, o es inculto o bajo, o le toman por imbécil, y al que tratan como si estuviera formado por disminuidos psíquicos.
Sólo hay un poder que no corrompe, el que proclama el Señor, el que se fundamenta en el servicio a los demás, el que en lugar de arrodillarse ante Satanás --nacional-catolicismo o nacional-agnosticismo-- se arrodilla ante los hermanos como hizo Jesús en la Cena.

José María Maruri, SJ
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LAS TENTACIONES NUESTRAS DE CADA DÍA

1.- Las lecturas de este primer domingo de cuaresma nos hablan de las tentaciones con las que el diablo pretendió engañar, en el principio de los tiempos, a nuestros primeros padres, Adán y Eva, y, posteriormente, a Jesús. A nuestros primeros padres, el demonio, disfrazándose de serpiente, les tentó con la promesa del conocimiento del bien y del mal. Ya no necesitarían de Dios, porque sabrían tanto como él, es decir, serían los dioses de sí mismos. A Eva la idea de comer del árbol prohibido le pareció atrayente y deseable, porque eso les daría inteligencia. Se lo dijo a Adán, y también a este la idea le pareció buena y comió el fruto que le daba su mujer. Las consecuencias ya las sabemos: se les despertó la inteligencia y lo primero que vieron es que estaban desnudos, con todas sus fragilidades al aire, y así, claro, no podían presentarse ante Dios. Huyeron de Dios, comenzaron a guiarse por sí mismos y les pasó lo que les pasó. También a todos nosotros, hijos de Eva, la idea de guiarnos por nosotros mismos, por nuestro propio conocimiento, desobedeciendo el mandato de Dios, nos ha parecido siempre atrayente y deseable, pero también es verdad que el caer en esta tentación nos ha traído muchos males a lo largo de los tiempos. No hay más que mirarnos a nosotros mismos y mirar a la sociedad en la que vivimos, para darnos cuenta de que el no dejarnos guiar por Dios ha hecho de la historia del hombre una historia de guerras, hambres, violencias y desmanes sin cuento. En lugar de amar a Dios y a los hermanos por Dios, hemos preferido amarnos cada uno a nosotros mismos y al prójimo sólo en tanto en cuanto esté y se ponga al servicio de nuestros intereses egoístas. Total, que en lugar de vivir en la tierra como en un paraíso, tenemos que vivir aquí como en un valle de lágrimas.
2.- Por la desobediencia de un solo hombre todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno sólo todos serán constituidos justos. No interpretemos este texto de San Pablo como un texto referido al “pecado original”. El concepto y la doctrina sobre el “pecado original” no aparecen en el cristianismo hasta tres siglos más tarde. Para San Pablo, el pecado es siempre eso: desobediencia a Dios. Lo que aquí nos dice San Pablo es que por la desobediencia de nuestro primer padre biológico la muerte “inauguró su reino” en el mundo, puesto que, antes, en el paraíso, Adán y Eva no estaban sometidos a la ley de la muerte. Y, por la obediencia de Cristo, Dios nos perdona el pecado y alcanzamos la justicia y la salvación. Después de Cristo, será la fe en Cristo lo que nos salve. Bien, el tema es complicado y difícil de explicar. Se han escrito muchos libros sobre esto. A nosotros, en este primer domingo de cuaresma, nos basta saber que en la obediencia y en el cumplimiento de la voluntad de Dios está la santidad y la salvación. No es fácil aceptar en nuestras vidas la voluntad de Dios, sobre todo cuando las cosas nos vienen mal dadas. Al mismo Cristo le costó sudor y sangre. Pero el único camino que tenemos para obtener la salvación de Dios es cumplir su voluntad.
3.- Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Fijémonos en que lo que nos dice el evangelio es que fue el Espíritu el que llevó a Jesús al desierto, para que fuera tentado por el diablo. Las tentaciones no son malas, en sí mismas, porque son inevitables, consecuencia de nuestra naturaleza humana, que es una naturaleza frágil e inclinada al pecado. Lo que es malo es caer en la tentación; por eso no le pedimos a Dios que nos libre de las tentaciones, sino que le pedimos todos los días, en el Padrenuestro, que no nos deje caer en la tentación. Las tentaciones del comer y beber desordenadamente, la tentación del poder y de la vanidad, la tentación del egoísmo y de la lujuria, las tentaciones nuestras de cada día, las vamos a tener mientras siga viva y pujante nuestra naturaleza humana. Lo que tenemos que pedirle a Dios todos los días es que no nos deje caer en la tentación.

Gabriel González del Estal
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UN TIEMPO PARA LA CLARIFICACIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA

Comentábamos, el miércoles de ceniza, que la cuaresma tiene un fin primordial: removernos espiritualmente por dentro (y en la praxis por fuera) para que gran día de la Pascua, renovemos y actualicemos aquel Bautismo que recibimos un día, pero sobre el que, tal vez, se hallan adherido algunas telarañas que es conveniente limpiar con la ayuda de este tiempo intenso y cuaresmal.
Son cuarenta días de peregrinación. De gozar con la Palabra de Dios. De detenernos por el camino y conmovernos asomándonos a las situaciones que reclaman nuestra atención, compromiso efectivo, afectivo y gratuito. Es un tiempo, en definitiva, para interpelarnos seriamente si, ese amante que los cristianos tenemos, Cristo, es capaz de condicionar y de polarizar un poco nuestra vida; de que nuestro cuerpo prescinda de algunas cosas por su nombre y por propia y necesaria disciplina; de que nuestra fe sea fortalecida con la vitamina de la oración en medio del ruido y del caos o, que sigamos adelante como cristianos en una realidad que, con frecuencia, es un interminable desierto donde somos probados en la fe, invitados a renunciar a nuestras raíces cristianas o embelesados desde el alero de la ansiedad para tener y soñar lo que nunca podremos alcanzar.
Es cuaresma hermanos. Parece que fue ayer cuando prometíamos a Jesús en Belén nuestro deseo de ser mejores y, ahora, es cuando con la cruz camino del calvario no solamente hacemos buenos propósitos sino que, además, nos comprometemos a no caer en la mera apariencia. A no quedarnos en lo superfluo. A ser conscientes de que la fe exige pruebas, signos, purificaciones y también profesión firme y entusiasta de nuestra fe.
Desde algunas instancias se nos quiere hacer ver que, lo que propone y enseña la sociedad o las leyes de turno, es el camino “superguay” y “moderno” de la felicidad. El Señor, en cambio, una vez más nos pide muestras de sensatez y de “ser” más que de “tener”. No podemos ceder a presiones sociológicas, ni mucho menos políticas, donde se nos vende (a precio muy alto) un escaparate del “todo lo de ahora vale” y, “todo lo de antes, es retrógrado inservible”. Ni tanto…ni tan calvo.
En la Iglesia, portadora del mensaje de Jesús, (e iglesia somos todos) podemos correr el riesgo de ser tentados a abandonar lo que es constitutivo y esencial de nuestra fe para quedar bien con el diablo (que se mueve a sus anchas por arriba y por abajo) a costa de callar y amordazar nuestras conciencias que son baúl del criterio justo y del sentido justo de las cosas.

Javier Leoz

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO
No resulta difícil entender expresiones como la siguiente: "los humanos son una especie que lleva el sello cainita de matar por placer". Efectivamente la historia de la humanidad está plagada de conflictos armados y episodios violentos que han dejado millones de muertos. A mucha gente le parecerá una situación sin remedio, a la que más vale acostumbrarse, viviendo a la defensiva. La situación prevaleciente en nuestro país pareciera confirmar tal estrategia. No obstante, esa es una cara de la realidad humana; por fortuna existe la otra: los hombres y mujeres que son nuestra reserva moral. Todos aquellos que han hecho suya la llamada de Jesús y han vivido desde la donación, la gratuidad, el amor que se hace justicia y solidaridad. El hombre nuevo y perfecto Jesús, ha dejado una estela de seguidores que documentan nuestra esperanza. Usted los conoce, evoque sus nombres y forme su santoral. (www misal . com . mx)

REFLEXIÓN:
LA OBEDIENCIA DEL JUSTO
Gn 2,7-9; 3,1-7; Rm 5,12-19; Mt 4,1-11
Por nuestra condición de hijos de Adán y en tanto descendientes de Caín experimentamos una profunda desarmonía interior, que nos empuja autoafirmar nuestro yo egoísta de manera excesiva. Cada vez que manipulamos, violentamos y despojamos de sus derechos a los débiles exhibimos nuestra solidaridad con el viejo Adán. La Carta a los Romanos abre una alternativa esperanzadora: esa situación está superada por la existencia obediente del Señor Jesús. La fidelidad del Justo nos ha alcanzado el indulto y nos ha renovado interiormente, a condición de que apoyemos confiadamente nuestra vida en Él y participemos por el bautismo de su muerte y resurrección. Efectivamente donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. (www misal . com . mx)



Santos
 Francisca Romana, laica; Vital de Castronovo, monje. Beato Marcelo Callo, laico. (
Morado)

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