LECTURAS
DE LA EUCARISTÍA
JUEVES,
06 DE FEBRERO DE 2014
IV
Semana del tiempo ordinario. A
ANTÍFONA
DE ENTRADA (Sal 33, 20-21)
Muchas
tribulaciones le sobrevienen al justo, pero de todas lo librará el Señor. Él es
el que cuida de todos los huesos del justo y no dejará que ninguno se le
quiebre.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, que quisiste llamar a la vida eterna por medio de la cruz a Pablo Miki y
a sus compañeros y les diste fortaleza para morir por ti, concédenos, por su
intercesión, que sepamos vivir con honradez y sin miedo la fe que profesamos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
Yo
ya me voy por el camino de todos los mortales. Ten valor, Salomón, y sé todo un
hombre.
DEL
PRIMER LIBRO DE LOS REYES: 2, 1-4. 10-12
En
aquel tiempo, sintiendo que se acercaba el día de su muerte, David le hizo
estas recomendaciones a su hijo Salomón: "Yo ya me voy por el camino de
todos los mortales. Ten valor y sé todo un hombre. Cumple los mandamientos del
Señor, tu Dios; camina por sus sendas y observa sus preceptos, órdenes,
decretos e instrucciones, tal como están escritos en la ley de Moisés. Si haces
esto, tendrás éxito en todas tus empresas y el Señor cumplirá la promesa que me
hizo al decirme: 'Si tus hijos me son fieles a mí, el Señor, y cumplen
sinceramente mi voluntad con todo su corazón y con toda su alma, no te faltará
un descendiente en el trono de Israel' ".
Cuando
el rey David murió, lo sepultaron en la llamada ciudad de David. Reinó sobre
Israel durante cuarenta años: siete en Hebrón, y treinta y tres en Jerusalén.
Su hijo Salomón lo sucedió en el trono y su reino se consolidó.
Palabra
de Dios.
Te
alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL: 1 Crónicas 29
R/.
Bendito seas, Señor, Dios nuestro.
Bendito
seas, Señor, Dios de nuestro padre Jacob, desde siempre y para siempre. R/.
Tuya
es la grandeza y el poder, el honor, la majestad y la gloria, pues tuyo es
cuanto hay en el cielo y en la tierra. R/.
Tuyo,
Señor, es el reino, tú estás por encima de todos los reyes. De ti provienen las
riquezas y la gloria. R/.
Tú
lo gobiernas todo, en tu mano están la fuerza y el poder, y de tu mano proceden
la gloria y la fortaleza. R/.
ACLAMACIÓN
(Mc 1, 15)
R/.
Aleluya, aleluya.
El
Reino de Dios ya está cerca, dice el Señor. Conviértanse y crean en el
Evangelio. R/.
Envió
a los discípulos de dos en dos.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS: 6, 7-13
En
aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder
sobre los espíritus inmundos. Les mandó que no llevaran nada para el camino: ni
pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente un bastón, sandalias y
una sola túnica.
Y
les dijo: "Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se vayan
de ese lugar. Si en alguna parte no los reciben ni los escuchan, al abandonar
ese lugar, sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia para
ellos". Los discípulos se fueron a predicar la conversión. Expulsaban a
los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban.
Palabra
del Señor.
Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Señor,
que el sacrificio que vamos a ofrecerte, para celebrar el glorioso martirio de
tus santos, sea agradable a tus ojos para que nos purifiques de nuestros
pecados y escuches nuestras súplicas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 13)
Nadie
ama más a sus amigos que el que da la vida por ellos.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te
rogamos, Señor, que nada pueda separar del amor de Cristo a quienes hemos sido
alimentados con su Cuerpo y hechos miembros suyos y que, a ejemplo de tus
mártires Pablo Miki y compañeros, suframos valerosamente todas las adversidades
por tu Hijo que nos ama y que vive y reina por los siglos de los siglos.
REFLEXIÓN
1Re.
2, 1-4. 10-12. Aquel que nos creó a su imagen y semejanza es el único punto de
referencia para que el hombre encuentre su realización plena. Por eso David
invita a su hijo Salomón diciéndole: Ten valor y sé hombre. Y en seguida le
indica que viva fiel a Yahweh siguiendo sus caminos y observando sus mandatos.
Nadie, al margen del Señor, puede llegar a ser plenamente hombre. Por eso hemos
de estar siempre dispuestos no sólo a caminar en su presencia, sino a escuchar
su Palabra y a ponerla en práctica. Y puesto que su Palabra se hizo hombre y
puso su tienda en medio de la nuestra, aprendamos a creer en Aquel que el Padre
Dios nos envió; aprendamos a tomar nuestra cruz de cada día e ir, generosa y
amorosamente, tras sus huellas. Ojalá y los padres de familia aprendieran, de
este consejo de David a su hijo Salomón, a guiar así a sus hijos, enseñándoles
a ser hombres no por una vida de maldad y de violencia, sino por una vida de
cercanía en amor a Dios y en amor al prójimo; finalmente esta es la mejor
herencia que les pueden dejar. Sólo entonces Dios se convertirá para nosotros
en una bendición.
1Cro.
29, 10-12. Cuando David ha preparado, con destino al templo de su Dios,
infinidad de materiales de toda especie, invita al pueblo a aportar también lo
que deseen para engrandecer el Templo que, en el futuro, construirá su hijo
Salomón en honor del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Y el pueblo se
desborda en donativos. Entonces David entona un cántico de alabanza al Señor,
pues no se le está dando, sino devolviendo al Señor lo que es suyo, para que le
quede consagrado. Recordemos que no sólo hemos de ofrecerle cosas materiales al
Señor; el Padre Dios nos envió a su propio Hijo para que, purificándonos de
nuestros pecados, pudiera consagrarnos y presentarnos ante su Padre Dios como
una ofrenda agradable a Él. Vivamos conforme a la gracia recibida, dejando los
caminos que nos alejan de Dios y que echan por tierra toda la obra de Salvación
que el Señor adquirió para nosotros mediante la entrega de su propia vida.
Mc.
6, 7-13. La eficacia del Evangelio sólo viene de Dios. Nosotros sólo somos
siervos que están al servicio del Evangelio. No podemos perdernos en
edificación de lugares lujosamente construidos, pensando que con ello las
personas podrán realmente encontrarse con Dios; no podemos pensar que el
evangelizador logrará sus objetivos en la medida en que impresione a sus
oyentes por su porte externo lujosamente presentado. La autoridad y el poder
salvador que tiene la Iglesia viene de Dios y no de las cosas pasajeras. Por
eso nuestra confianza sólo está puesta en el Señor. Aprendamos a cumplir con
gran amor y valentía la misión que Él nos ha confiado, recordando que sólo en
la debilidad humana será donde se manifieste el poder de Dios. Entonces no
buscaremos quedar satisfechos con las alabanzas de los hombres, pues sólo Dios
será nuestra recompensa. A Él sea dado todo honor y toda gloria ahora y para
siempre.
No
es el lugar de culto, en el que estamos reunidos, lo que es grato al Señor,
sino nosotros, que somos su Pueblo de redimidos. Por eso debemos permitirle al
Espíritu Santo que nos haga santos como Dios es Santo, para que seamos una
digna morada del Señor. Dios se encuentra con nosotros en nuestro propio
interior; Jesucristo está con nosotros, de un modo especial, cuando dos o más
nos reunimos en su Nombre. Esta Eucaristía lleva a término nuestra unión con el
Señor. Y viviendo unidos a Él, Él nos envía para continuar su obra salvadora en
el mundo y su historia. No vamos a nombre propio; es Jesús quien, por medio de
su Iglesia, se hará cercano a todo hombre en su camino por la vida. Por eso,
quien nos escuche lo escuchará a Él; y quien nos rechace, no sólo lo rechazará
a Él, sino que estará rechazando y despreciando a Aquel que lo envió como
Salvador nuestro y como único camino que nos lleva a unirnos, como hijos en el
Hijo, con Dios, nuestro Padre. Si hemos venido con fe a esta Eucaristía
aceptemos el compromiso de ser testigos del Señor para todos los pueblos.
Trabajemos
ardua e intensamente a favor del Evangelio. Conozcamos al hombre de hoy en sus
alegrías, en sus gozos y esperanzas; pero también en sus deficiencias, en su
pecado, en su pobreza, en sus injusticias. Hemos sido enviados al hombre
concreto de nuestros días, y por eso hemos de serle leales en el anuncio del
Evangelio para poder tender la mano al hombre concreto, y no a un hombre creado
por nuestras imaginaciones. El Papa Juan Pablo II nos invita a realizar en
nuestros días una Nueva evangelización: nueva en sus métodos, nueva en sus
expresiones, nueva en su ardor. Nuestro mundo requiere misioneros que proclamen
el Nombre del Señor con la misma valentía de los Apóstoles de Cristo y de sus
colaboradores. Y aun cuando la eficacia de la Palabra de Dios está en la
Palabra misma, sin embargo debemos saber utilizar todos los medios técnicos y
pedagógicos de nuestro tiempo, no como un simple afán de novedad, sino como
instrumentos que nos ayuden a hacer cercano el Evangelio al hombre actual en su
cultura y en sus aspiraciones, así como clarificarles el camino de perfección
en Cristo en medio de sus dudas y desconfianzas.
Roguémosle
al Señor, por intercesión de la Santísima Virgen María, nuestra Madre, que nos
conceda la gracia de anunciar su Nombre a todos los pueblos de tal forma que al
llegar el Evangelio a todas las culturas no sólo las purifique, sino que ayude,
a quienes viven inmersos en ellas, a descubrir a Cristo como aquel que ha
venido, no sólo a curarnos, a socorrernos y a consolarnos, sino a darle
plenitud a nuestra vida por medio de la comunicación de su Vida y de su
Espíritu, que derrama abundantemente en el corazón de los creyentes. Amén.
Reflexión
de : Homilía católica
Santos:
Pablo Mikki y compañeros, mártires; Francisco Spinelli, fundador. Mateo Correa
Magallanes y compañeros, mártires. Memoria
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