LECTURAS DE LA EUCARISTÍA
DOMINGO 18 DE MAYO DE 2014
V DOMINGO DE PASCUA
ANTÍFONA
DE ENTRADA (Cfr. Sal 97, 1-2)
Canten
al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas y todos los pueblos han
presenciado su victoria. Aleluya.
Se
dice Gloria.
ORACIÓN
COLECTA
Dios
todopoderoso y eterno, lleva a su plenitud en nosotros el sacramento pascual,
para que, a quienes te dignaste renovar por el santo bautismo, les hagas
posible, con el auxilio de tu protección, abundar en frutos buenos, y alcanzar
los gozos de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos.
LITURGIA
DE LA PALABRA
Eligieron
siete hombres llenos del Espíritu Santo.
DEL LIBRO DE LOS
HECHOS DE LOS APÓSTOLES: 6, 1-7
En
aquellos días, como aumentaba mucho el número de los discípulos, hubo ciertas
quejas de los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía bien a
sus viudas en el servicio de caridad de todos los días.
Los
Doce convocaron entonces a la multitud de los discípulos y les dijeron:
"No es justo que, dejando el ministerio de la palabra de Dios, nos
dediquemos a administrar los bienes. Escojan entre ustedes a siete hombres de
buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a los cuales
encargaremos este servicio. Nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio
de la palabra".
Todos
estuvieron de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu
Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás, prosélito de
Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y éstos, después de haber orado,
les impusieron las manos.
Mientras
tanto, la palabra de Dios iba cundiendo. En Jerusalén se multiplicaba
grandemente el número de los discípulos. Incluso un grupo numeroso de
sacerdotes había aceptado la fe.
Palabra
de Dios.
Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL: Del salmo 32
R/.
El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya.
Que
los justos aclamen al Señor; es propio de los justos alabarlo. Demos gracias a
Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos. R/.
Sincera
es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él ama la justicia y
el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
Cuida
el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la
muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.
Ustedes
son estirpe elegida, sacerdocio real.
DE LA PRIMERA CARTA
DEL APÓSTOL SAN PEDRO: 2, 4-9
Hermanos:
Acérquense al Señor Jesús, la piedra viva, rechazada por los hombres, pero
escogida y preciosa a los ojos de Dios; porque ustedes también son piedras
vivas, que van entrando en la edificación del templo espiritual, para formar un
sacerdocio santo, destinado a ofrecer sacrificios espirituales, agradables a
Dios, por medio de Jesucristo. Tengan presente que está escrito: He aquí que
pongo en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no
quedará defraudado.
Dichosos,
pues, ustedes, los que han creído. En cambio, para aquellos que se negaron a
creer, vale lo que dice la Escritura: La piedra que rechazaron los
constructores ha llegado a ser la piedra angular, y también tropiezo y roca de
escándalo. Tropiezan en ella los que no creen en la palabra, y en esto se
cumple un designio de Dios.
Ustedes,
por el contrario, son estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada a
Dios y pueblo de su propiedad, para que proclamen las obras maravillosas de
aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Palabra
de Dios.
Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo
soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí, dice el
Señor. R/.
Yo
soy el camino, la verdad y la vida.
DEL SANTO EVANGELIO
SEGÚN SAN JUAN: 14, 1-12
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No pierdan la paz. Si creen en
Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si
no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque ahora voy a prepararles
un lugar. Cuando me haya ido y les haya preparado un lugar, volveré y los
llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el
camino para llegar al lugar a donde voy".
Entonces
Tomás le dijo: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el
camino?" Jesús le respondió: "Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también
a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto". Le dijo Felipe:
"Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". Jesús le replicó:
"Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me
conoces? Quien me ve a mí, ve al Padre. ¿Entonces por qué dices: 'Muéstranos al
Padre'? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las
palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que
permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre
está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que
crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy
al Padre".
Palabra
del Señor.
Gloria
a ti, Señor Jesús.
Se
dice Credo.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Oremos
a Jesús resucitado, vida y esperanza de la humanidad entera. Después de cada
petición diremos:
Jesús
resucitado, escúchanos.
Por
los pastores de la Iglesia. Que vivan su misión con fe y esperanza, y ayuden a
crear un espíritu de paz y concordia en nuestra sociedad. Oremos.
Por
las Iglesias de los países en los que es más difícil ser cristiano, y
especialmente por los cristianos de China. Que Dios les dé su fortaleza para
mantenerse fieles. Oremos.
Por
quienes gobiernan los pueblos. Que se esfuercen en construir una sociedad más
justa y solidaria. Oremos.
Por
los maestros y todos los trabajadores de la educación. Que sean conscientes de
la gran responsabilidad que tienen en sus manos. Oremos.
Por
nosotros. Que encontremos en Jesucristo la luz para nuestro camino, y la
alegría para nuestro corazón. Oremos.
Escucha,
Señor Jesucristo, nuestras plegarias, y danos tu Espíritu Santo. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Dios
nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu
misma y gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu
verdad, de igual manera vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Prefacio
I-V de Pascua.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 15, 1. 5)
Yo
soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si permanecen en
mí y yo en ustedes darán fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor,
muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los
misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida
nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
REFLEXION
DEL PAPA FRANCISCO
“CONFRONTÁNDONOS,
DISCUTIENDO Y REZANDO: ASÍ SE RESUELVEN LOS CONFLICTOS EN LA IGLESIA”
Domingo
18 de Mayo de 2014.
Antes
del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro.
Queridos
hermanos y hermanas ¡Buenos días!
Hoy
la lectura de los Hechos de Apóstoles nos muestra que aun en el comienzo de la
Iglesia emergen las primeras tensiones y disensiones. En la vida, los
conflictos existen, el problema es cómo se afrontan. Hasta ese momento la
unidad de la comunidad cristiana había sido favorecida por la pertenencia a una
etnia y cultura, la judaica. Pero, cuando el cristianismo, que por voluntad de
Jesús está destinado a todos los pueblos, se abre al ámbito cultural helenista
– griego – llega la falta de esta homogeneidad y surgen las primeras
dificultades. En ese momento, serpentea el descontento, hay lamentaciones,
rumores de favoritismos y trato desigual – esto sucede también en nuestras
parroquias -. La ayuda de la comunidad a las personas necesitadas - viudas,
huérfanos y pobres en general -, parece privilegiar a los cristianos de origen
judío, con relación a los demás.
Entonces,
ante este conflicto, los Apóstoles toman las riendas de la situación: convocan
una reunión ampliada también a los discípulos, debaten juntos acerca de la
cuestión, todos. Los problemas, en efecto, ¡no se resuelven fingiendo que no
existen! Y es hermoso este debate sincero entre los pastores y los otros
fieles. Se llega por lo tanto a una subdivisión de tareas. Los Apóstoles
presentan una propuesta que todos aceptan: ellos se dedicarán a la oración y al
ministerio de la Palabra, mientras siete hombres, los diáconos, se encargarán
del servicio en las mesas para los pobres. Estos siete no son elegidos porque
eran expertos en negocios, sino porque eran hombres honestos y de buena
reputación, llenos de Espíritu Santo y de sabiduría; y son constituidos en su
servicio mediante la imposición de las manos de parte de los Apóstoles.
Y
así, de aquel malcontento, de aquella queja, de aquellos rumores de
favoritismos y trato desigual, se llega a una solución. Confrontándonos,
discutiendo y rezando: así se resuelven los conflictos en la Iglesia.
¡Confrontándonos, discutiendo y rezando, con la certeza de que los chismes y
los celos nunca podrán llevarnos a la concordia, a la armonía o a la paz!
Fue
también allí, que el Espíritu Santo coronó este entendimiento y esto nos hace
comprender que, cuando nosotros nos dejamos guíar por Espíritu Santo, Él nos
lleva a la armonía, a la unidad y al respeto de los diversos dones y talentos.
¿Han
entendido?... ¡Nada de chismes! ¡Nada de envidias! ¡Nada de celos!
¿entendido?.... (aplausos)
Que
la Virgen María nos ayude a ser dóciles al Espíritu Santo, para que sepamos
estimarnos mutuamente y converger cada vez más profundamente en la fe y en la
caridad, teniendo el corazón abierto a las necesidades de los hermanos.
Fuente: Radio Vaticana.
MEDITANDO LAS
ESCRITURAS
Juan 14,1-4: Las comunidades
preguntaban: "¿Cómo vivir en comunidad con ideas tan distintas?".
Jesús responde con una exhortación: "¡No se turbe vuestro corazón! En la
casa de mi Padre hay muchas moradas". La insistencia en tener palabras de
ánimo que sirviesen de ayuda para superar las turbaciones y las divergencias,
es signo de que debían existir tendencias muy distintas entre las comunidades,
queriendo una ser más verdadera que la otra. Jesús dice: "¡En la casa de
mi Padre hay muchas mansiones!". No es necesario que todos piensen de la
misma forma. Lo que importa es que todos acepten a Jesús como revelación del
Padre y que, por amor suyo, tengan actitudes de servicio y de amor. Amor y
servicio son el cemento que pega entre sí los ladrillos de la pared y hace que
las distintas comunidades se conviertan en una Iglesia sólida de hermanos y
hermanas.
Juan 14, 5-7: Tomás pregunta:
"Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos conocer el camino? Jesús
responde: "¡Yo soy el camino, la verdad y la vida!".Tres palabras
importantes. Sin camino, no se camina. Sin verdad, no se acierta. ¡Sin vida,
sólo hay muerte! Jesús explica el sentido. Él mismo es el camino, porque
"Nadie va al Padre sino por mí". Ya que, Él es la puerta, por la que
las ovejas entran y salen (Jn 10, 9). Jesús es la verdad, porque mirándole a
él, vemos la imagen del Padre. "¡Si me conocéis a mí, conoceréis también a
mi Padre!". ¡Jesús es la vida, porque caminando como Jesús ha caminado,
estaremos unidos al Padre y tendremos la vida en nosotros!
Juan 14, 8-11: Felipe pide: Le dice
Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta". Jesús le responde:
"¡El que me ha visto a mí, ha visto al Padre!". Felipe ha expresado
un deseo que era el de muchas personas de la comunidad de Juan y continúa
siendo el deseo de todos nosotros: ¿qué debo hacer para ver al Padre del que
tanto habla Jesús? La respuesta de Jesús es muy bella: "¿Tanto tiempo hace
que estoy con vosotros y no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre". No tenemos que pensar que Dios sea lejano, como alguien
distante y desconocido. Quien quiera saber cómo es y quién es Dios Padre, le
basta mirar a Jesús. ¡Él lo ha revelado en las palabras y en los gestos de su
vida! "Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí". Por su forma de
ser Jesús revelaba un rostro nuevo de Dios que atraía al pueblo. A través de su
obediencia, estaba totalmente identificado con el Padre. En cada momento hacía
lo que el Padre le mostraba hacer (Jn 5, 30; 8, 28-29.38). ¡Por eso, en Jesús
todo es revelación del Padre! ¡Y, los
signos
y obras que realiza son las obras del Padre! De la misma manera, nosotros, en
nuestro modo de vivir y de compartir, tenemos que ser una revelación de Jesús.
El que nos ve, tiene que
poder
ver y reconocer en nosotros algo de Jesús. Lo que es importante meditar aquí es
preguntarme: "¿Qué imagen me hago de Jesús?". ¿Soy como Pedro que no
aceptaba un Jesús
siervo
y sufriente y quería un Jesús a su propia medida? (Mc 8, 32-33). ¿Soy como
aquéllos que saben decir sólo?: "¡Señor! ¡Señor! (Mt 7, 21). ¿Soy como
aquéllos que quieren sólo un Cristo celeste y glorioso y olvidamos a Jesús de Nazaret
que caminaba con los pobres, acogía a los marginados, curaba a los enfermos,
reinsertaba a los excluidos y que, por causa de este compromiso con el pueblo y
con el Padre, fue perseguido y matado.
Juan 14, 12: La promesa de Jesús.
Jesús afirma que su intimidad con el Padre no es un privilegio sólo de él, sino
que es posible para todos nosotros que creemos en Él. A través de Él, podemos
llegar a hacer las mismas cosas que Él hacía por el pueblo de su tiempo. Él
intercederá por nosotros. Todo lo que le pedimos, él se lo pedirá al Padre y lo
obtendrá, con tal que sea para servir (Jn 14, 13).
(Homiletica
org / Carmelitas)
UNA
IGLESIA SERVIDORA
Hch
6, 1-7; 1 Pe 2, 4-9; Jn 14, 1-12
La
institución de los diáconos con ocasión del diferendo entre cristianos de
lengua griega y aquellos de lengua aramea, no es un incidente biográfico en la
iglesia primitiva. Es algo más trascendente, porque instaura e institucionaliza
como algo fundamental el servicio de la caridad. Los siete diáconos son la
presencia simbólica de toda la Iglesia. No hay que olvidar el carácter de
plenitud del número siete. Una Iglesia servidora que proclama el Evangelio,
como lo refiere san Lucas, acrecienta el número de sus discípulos. El Evangelio
nos presenta una dinámica semejante: así como el Padre revela su amor por medio
de su Hijo Jesús; a los discípulos nos corresponde revelar la presencia de
Jesús en nuestra realidad, por nuestra fidelidad a sus opciones y actitudes.
(www misal com mx)
Santos
Juan I. Papa y mártir; Leonardo Murialdo, fundador;
Rafaela María Porras, fundadora.
(Blanco)
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