LECTURAS DE LA
EUCARISTÍA
VIERNES 06 DE JUNIO
DE 2014.
VII VIERNES DE PASCUA
ANTÍFONA
DE ENTRADA (Ap 1, 5-6)
Cristo
nos ama y nos ha purificado de nuestros pecados por medio de su sangre; e hizo
de nosotros un reino sacerdotal para Dios su Padre. Aleluya.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, que mediante la glorificación de tu Ungido y la iluminación de tu
Espíritu Santo, nos abriste la entrada a la vida eterna, concédenos que, al
participar de tan admirable don, aumente nuestro deseo de servirte y seamos
impulsados a crecer en nuestra fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
LITURGIA
DE LA PALABRA
Pablo
asegura que está vivo un hombre llamado Jesús, que había muerto.
DEL LIBRO DE LOS
HECHOS DE LOS APÓSTOLES: 25, 13-21
En
aquellos días, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para saludar a
Festo. Como se detuvieron algún tiempo allí, Festo expuso al rey el caso de
Pablo con estas palabras: "Tengo aquí un preso que me dejó Félix, cuya
condenación me pidieron los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos,
cuando estuve en Jerusalén. Yo les respondí que no era costumbre romana
condenar a ningún hombre, sin carearlo antes con sus acusadores, para darle la
oportunidad de defenderse de la acusación.
Vinieron
conmigo a Cesarea, y sin dar largas al asunto, me senté en el tribunal al día
siguiente y mandé que compareciera ese hombre. Los acusadores que se
presentaron contra él, no le hicieron cargo de ninguno de los delitos que yo
sospechaba. Se trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su religión y de
un tal Jesús, ya muerto, que Pablo asegura que está vivo.
No
sabiendo qué determinación tomar, le pregunté a Pablo si quería ir a Jerusalén
para que se le juzgara allá de esos cargos; pero como él pidió ser juzgado por
el César, ordené que siguiera detenido hasta que yo pudiera enviárselo".
Palabra de Dios.
Te
alabamos, Señor.
SALMO
RAESPONSORIAL: Del salmo 102
R/.
Bendigamos al Señor, que es el rey del universo. Aleluya.
Bendice
al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor,
alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
Como
desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia; como dista el
oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.
En
el cielo el Señor puso su trono y su reino abarca el universo. Bendigan al
Señor todos los ángeles, ejecutores fieles de sus órdenes. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 26)
R/.
Aleluya, aleluya.
El
Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les
he dicho, dice el Señor. R/.
Apacienta
mis corderos, apacienta mis ovejas.
DEL SANTO EVANGELIO
SEGÚN SAN JUAN: 21, 15-19
En
aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me
amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te
quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Por
segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le
respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo:
"Pastorea mis ovejas".
Por
tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Pedro se
entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería, y
le contestó: "Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero".
Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.
Yo
te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde
querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te
llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con qué género
de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Mira
propicio, Señor, estas ofrendas de tu pueblo, y para que se hagan aceptables
ante ti, haz que la venida de tu Santo Espíritu purifique nuestra conciencia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
de Pascua o de la Ascensión.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 13)
Cuando
venga el Espíritu de la verdad, dice el Señor, Él los guiará hasta la verdad
plena. Aleluya.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor
Dios, ya que nos purificas y alimentas con tus misterios, concédenos que nos
obtengan la vida eterna puesto que has permitido que los hayamos recibido. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
HOMILIA DEL PAPA
FRANCISCO
Viernes 6 de Junio de 2014
PASTORES, ANTES QUE
ESTUDIOSOS, QUE NO OLVIDAN JAMÁS A CRISTO, SU “PRIMER AMOR”, Y PERMANECEN
SIEMPRE EN SU SEGUIMIENTO
Es
el retrato que el Papa Francisco trazó en su homilía de la Misa matutina
celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.
“¿Cómo
va el primer amor?”. Es decir, ¿estoy enamorado de ti como el primer día? ¿Soy
feliz contigo o te ignoro? Preguntas universales que hay que hacerlas con
frecuencia, dijo el Papa. Y no sólo los cónyuges en la pareja, sino también los
sacerdotes y los obispos ante Jesús. Porque es Él – afirmó Francisco – quien
nos lo pregunta como un día hizo con Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?”.
Precisamente el Santo Padre inició su homilía a partir de este diálogo
presentado por el Evangelio, en el que Cristo pregunta tres veces al primero de
los Apóstoles si lo ama más que a los demás. Y dijo que se trata de un modo
para llevarlo “al primer amor”:
“Esta
es la pregunta que me hago a mí, a mis hermanos obispos y a los sacerdotes.
Cómo va el amor de hoy, el de Jesús, ¿no? ¿Es como el primero? ¿Estoy enamorado
como el primer día? ¿O el trabajo, las preocupaciones un poco me hacen mirar
otras cosas, y olvidar un poco el amor? Pero los cónyuges pelean, pelean. Y eso
es normal. Pero cuando no hay amor, no se pelea: se rompe”.
“Jamás
olvidar el primer amor. Jamás”, reafirmó el Papa Francisco y destacó otros tres
aspectos que hay que tener presentes en la relación de diálogo de un sacerdote
con Jesús. Ante todo, antes del estudio, antes de querer convertirse en “un
intelectual de la filosofía, de la teología o de la patrología – afirmó el
Santo Padre – debe ser un “pastor”, tal como Jesús le pidió a Pedro cuando le
dijo: “Apacienta mis ovejas”. Y añadió: “El resto, viene “después”:
“Apacienta.
Con la teología, con la filosofía, con la petrología, con lo que estudias, pero
apacienta. Se pastor. Porque el señor nos ha llamado para esto. Y las manos del
obispo sobre nuestra cabeza son para ser pastores. Es una segunda pregunta,
¿no? La primera es: ‘¿Cómo va el primer amor?’. La segunda es ésta: ‘¿Soy
pastor, o soy un empleado de esta ONG que se llama Iglesia?’. Hay una
diferencia. ¿Soy pastor? Una pregunta que yo debo hacerme, que los obispos se
deben hacer, y también los sacerdotes: todos. Apacienta. Pastorea. Ve
adelante”.
No
hay “gloria” ni “majestad” – observó Francisco – para el pastor consagrado a
Jesús: “No, hermano. Terminará del modo más común, incluso más humillante,
tantas veces: en un lecho, que te dan de comer, que te deben vestir… Pero
inútil, allí, enfermo…”. El destino es “terminar – repitió el Papa – como terminó
Él”: amor que muere “como la semilla de grano y después vendrá el fruto. Pero
yo no lo veré”. En fin, el cuarto aspecto, la “palabra más fuerte” – indicó el
Santo Padre – con la cual Jesús concluye su diálogo con Pedro, “sígueme”:
“Si
nosotros hemos perdido la orientación o no sabemos cómo responder sobre el
amor, no sabemos cómo responder sobre este ser pastores, no sabemos cómo
responder o no tenemos la certeza de que el Señor no nos dejará solos, incluso
en los momentos perores de la vida, en la enfermedad, Él dice: ‘Sígueme. Es
ésta nuestra certidumbre. Sobre las huellas de Jesús. En ese camino. ‘Sígueme”.
A
todos nosotros, sacerdotes y obispos – terminó diciendo el Papa – que el Señor
dé “la gracia de encontrar siempre o de recordar el primer amor, de ser
pastores, de no tener vergüenza de terminar humillados en un lecho o incluso
con la cabeza perdida. Y que siempre nos dé la gracia de ir tras Jesús, sobre
las huellas de Jesús: la gracia de seguirlo”.
Fuente:
Radio Vaticano.
REFLEXION
a.- Hch. 25, 13-21: Pablo ante el rey
Agripa. Nos encontramos con Pablo
encarcelado en Cesaréa, frente a Porcio Festo nuevo procurador,
que sucedió a Félix, y sus enemigos, los judíos, que quieren
condenar a muerte al acusado. El nuevo
procurador, hombre apegado a la ley romana, dice que no puede condenar a nadie, sin tener
derecho a defenderse, a tener un juicio.
Vistas las partes en el juicio, Festo, no condena a Pablo, porque no ve motivos para ello, al menos lo que exponen los
judíos, no son motivos para ser castigado de
muerte. Las acusaciones, trataban
sobre un cierto Jesús, ya muerto, pero que
Pablo, afirmaba que estaba vivo (v.19); en otras palabras, las
acusaciones eran de carácter religioso,
y no político. Lo mismo había afirmado Claudio Lisias (cfr. Hch. 23, 39). Festo ve que todo eso no es de su
competencia, sugiere a Pablo si quiere ir
a Jerusalén, para que alguien de las autoridades judías pueda dar
informes, y así poder dar sentencia con
mayor fundamento. Como Pablo ya había apelado al César, debía ser custodiado, hasta ser llevado a
Roma (cfr. Hch. 25,11). La intención de
Lucas, es demostrar la inocencia de Pablo, y el movimiento cristiano;
no contradicen en nada las leyes de
orden público romano. En ese juicio el tema era la resurrección de Jesucristo, tema que escapa
al orden civil y público de Roma, por lo
mismo, el procurador dilató el juicio sobre Pablo.
b.- Jn. 21, 15-19: Simón, ¿me amas?
Apacienta mis ovejas. El evangelista, nos presenta un interrogatorio de Jesús a
Pedro, luego de la pesca milagrosa. La
pregunta es: “Simón, Simón ¿me ama más que estos?” (v. 15). La idea de Jesús, es preguntarle a Pedro si lo
ama con el mismo amor que él predicó
durante su vida pública y sobre todo en la noche de la última cena, si lo ama más que el resto de los discípulos. Pedro, lo
quiere, lo siente, sabe que es su amigo. A la tercera pregunta, Jesús quiere
profundizar esa amistad, recordarle sus negaciones, Pedro no duda, y le confiesa su amor desde
el conocimiento que Jesús tiene de él.
Como a un amigo, Jesús le confía el cuidado de su rebaño y de sus
ovejas, es decir, la totalidad del
rebaño. Deberá darles alimento y guiarlos es decir, dar la vida por el rebaño y luz para el camino. Y como su amigo
dará gloria a Dios, como ÉL, muriendo en
la Cruz. Jesús anuncia a Pedro no sólo que lo “atarán” y lo harán prisionero sino que “extenderá las manos”, lo
que podría evocar la crucifixión que
sufrirá Pedro al final de sus días (v. 18). La triple confesión de amor
ha superado la triple negación. Ahora
Pedro está en condiciones espirituales para poder seguir a Jesús, de ahí la llamada a seguirle que le
hace, con la misma fuerza, con que lo
llamó la primera vez (cfr. Jn. 1, 42). A Pedro se le confía la Iglesia
que deberá guiar movido por el Espíritu
Santo porque Jesús lo amaba y encontró en él una respuesta de amor. Si Jesús nos hiciera esa pregunta
cuál sería nuestra respuesta. Para que se acreciente nuestro amor al Señor, debemos
cultivar una exquisita amistad con Él,
por medio de la escucha de su palabra, la recepción de la Eucaristía, poner
por obra su evangelio de gracia y
salvación. La Iglesia, necesita el testimonio de amor y fidelidad a Jesucristo en cada uno de sus
hijos para sentirnos verdaderos discípulos,
amigos de Cristo, dispuestos como ÉL a dar la vida por el prójimo. Santa Teresa de Jesús, y San Pedro,
hicieron de la escucha de la voz de Cristo Pastor, el centro de sus vidas.
“Dicen que «el alma se entra dentro de sí» y otras veces que «sube sobre sí». Por este lenguaje
no sabré yo aclarar nada, que esto tengo
malo que por el que yo lo sé decir pienso que me habéis de entender, y quizá será sola para mí. Hagamos cuenta que estos
sentidos y potencias (que ya he dicho
que son la gente de este castillo, que es lo que he tomado para saber
decir algo), que se han ido fuera y
andan con gente extraña, enemiga del bien de este castillo, días y años; y que ya se han ido, viendo su
perdición, acercando a él, aunque no acaban de estar dentro -porque esta costumbre
es recia cosa-, sino no son ya traidores y andan alrededor. Visto ya el gran
Rey, que está en la morada de este
castillo, su buena voluntad, por su gran misericordia, quiérelos tornar
a él y, como buen pastor, con un silbo tan
suave, que aun casi ellos mismos no le entienden, hace que conozcan su voz y que no anden tan
perdidos, sino que se tornen a su
morada. Y tiene tanta fuerza este silbo del pastor, que desamparan las
cosas exteriores en que estaban enajenados
y métense en el castillo.” (4M 3,2).-
(Homiletica org / Padre Julio González
Carretti O.C.D)
REFLEXION:
UN DIFUNTO QUE ESTÁ VIVO
Hch
25, 13-21; Jn 21, 15-19
El
dilema lo formula acertadamente Festo delante de Agripa; san Pablo está preso
por denuncia de las autoridades judías; en el proceso, ha advertido cuál es el
asunto de fondo: "se trata de un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene
que está vivo". Desde la perspectiva externa del procurador romano es una
controversia religiosa que divide a los judíos y nada más. Para san Pablo, san
Pedro y los demás seguidores cristianos es mucho más que eso. La victoria de
Jesús resucitado pavimenta el camino a la plenitud de la vida. Si Pedro había
renegado una y otra vez de Jesús, poniendo a salvo su propia vida, ahora ha
descubierto que Dios resguarda y sostiene a los que le son fieles. La obediente
fidelidad de Jesús fue ratificada por el Padre. Cuantos vivan como Él, llegarán
a la plenitud. Mientras tanto, Pedro tendrá que alentarlos a mantenerse fieles
al Señor Jesús.. (www misal com mx)
Santos
Norberto de Magdeburgo, fundador; Marcelino Champagnat,
fundador.
Beato Bertrán de
Aquileya, mártir.
Feria (Blanco)
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