viernes, 6 de junio de 2014

LECTURAS DE LA EUCARISTÍA VIERNES 06 DE JUNIO DE 2014.


LECTURAS DE LA EUCARISTÍA
VIERNES 06 DE JUNIO DE 2014.
VII VIERNES DE PASCUA

ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 1, 5-6)
Cristo nos ama y nos ha purificado de nuestros pecados por medio de su sangre; e hizo de nosotros un reino sacerdotal para Dios su Padre. Aleluya.

ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que mediante la glorificación de tu Ungido y la iluminación de tu Espíritu Santo, nos abriste la entrada a la vida eterna, concédenos que, al participar de tan admirable don, aumente nuestro deseo de servirte y seamos impulsados a crecer en nuestra fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Pablo asegura que está vivo un hombre llamado Jesús, que había muerto.

DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES: 25, 13-21

En aquellos días, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para saludar a Festo. Como se detuvieron algún tiempo allí, Festo expuso al rey el caso de Pablo con estas palabras: "Tengo aquí un preso que me dejó Félix, cuya condenación me pidieron los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, cuando estuve en Jerusalén. Yo les respondí que no era costumbre romana condenar a ningún hombre, sin carearlo antes con sus acusadores, para darle la oportunidad de defenderse de la acusación.
Vinieron conmigo a Cesarea, y sin dar largas al asunto, me senté en el tribunal al día siguiente y mandé que compareciera ese hombre. Los acusadores que se presentaron contra él, no le hicieron cargo de ninguno de los delitos que yo sospechaba. Se trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un tal Jesús, ya muerto, que Pablo asegura que está vivo.
No sabiendo qué determinación tomar, le pregunté a Pablo si quería ir a Jerusalén para que se le juzgara allá de esos cargos; pero como él pidió ser juzgado por el César, ordené que siguiera detenido hasta que yo pudiera enviárselo".

 Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RAESPONSORIAL: Del salmo 102
R/. Bendigamos al Señor, que es el rey del universo. Aleluya.

Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.

Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.

En el cielo el Señor puso su trono y su reino abarca el universo. Bendigan al Señor todos los ángeles, ejecutores fieles de sus órdenes. R/.

ACLAMACIÓN (Jn 14, 26)
R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor. R/.



Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN: 21, 15-19

En aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería, y le contestó: "Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.
Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira propicio, Señor, estas ofrendas de tu pueblo, y para que se hagan aceptables ante ti, haz que la venida de tu Santo Espíritu purifique nuestra conciencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Pascua o de la Ascensión.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 13)

Cuando venga el Espíritu de la verdad, dice el Señor, Él los guiará hasta la verdad plena. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor Dios, ya que nos purificas y alimentas con tus misterios, concédenos que nos obtengan la vida eterna puesto que has permitido que los hayamos recibido. Por Jesucristo, nuestro Señor.


HOMILIA DEL PAPA FRANCISCO
Viernes 6 de Junio de 2014
PASTORES, ANTES QUE ESTUDIOSOS, QUE NO OLVIDAN JAMÁS A CRISTO, SU “PRIMER AMOR”, Y PERMANECEN SIEMPRE EN SU SEGUIMIENTO
Es el retrato que el Papa Francisco trazó en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

“¿Cómo va el primer amor?”. Es decir, ¿estoy enamorado de ti como el primer día? ¿Soy feliz contigo o te ignoro? Preguntas universales que hay que hacerlas con frecuencia, dijo el Papa. Y no sólo los cónyuges en la pareja, sino también los sacerdotes y los obispos ante Jesús. Porque es Él – afirmó Francisco – quien nos lo pregunta como un día hizo con Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?”. Precisamente el Santo Padre inició su homilía a partir de este diálogo presentado por el Evangelio, en el que Cristo pregunta tres veces al primero de los Apóstoles si lo ama más que a los demás. Y dijo que se trata de un modo para llevarlo “al primer amor”:

“Esta es la pregunta que me hago a mí, a mis hermanos obispos y a los sacerdotes. Cómo va el amor de hoy, el de Jesús, ¿no? ¿Es como el primero? ¿Estoy enamorado como el primer día? ¿O el trabajo, las preocupaciones un poco me hacen mirar otras cosas, y olvidar un poco el amor? Pero los cónyuges pelean, pelean. Y eso es normal. Pero cuando no hay amor, no se pelea: se rompe”.

“Jamás olvidar el primer amor. Jamás”, reafirmó el Papa Francisco y destacó otros tres aspectos que hay que tener presentes en la relación de diálogo de un sacerdote con Jesús. Ante todo, antes del estudio, antes de querer convertirse en “un intelectual de la filosofía, de la teología o de la patrología – afirmó el Santo Padre – debe ser un “pastor”, tal como Jesús le pidió a Pedro cuando le dijo: “Apacienta mis ovejas”. Y añadió: “El resto, viene “después”:

“Apacienta. Con la teología, con la filosofía, con la petrología, con lo que estudias, pero apacienta. Se pastor. Porque el señor nos ha llamado para esto. Y las manos del obispo sobre nuestra cabeza son para ser pastores. Es una segunda pregunta, ¿no? La primera es: ‘¿Cómo va el primer amor?’. La segunda es ésta: ‘¿Soy pastor, o soy un empleado de esta ONG que se llama Iglesia?’. Hay una diferencia. ¿Soy pastor? Una pregunta que yo debo hacerme, que los obispos se deben hacer, y también los sacerdotes: todos. Apacienta. Pastorea. Ve adelante”.

No hay “gloria” ni “majestad” – observó Francisco – para el pastor consagrado a Jesús: “No, hermano. Terminará del modo más común, incluso más humillante, tantas veces: en un lecho, que te dan de comer, que te deben vestir… Pero inútil, allí, enfermo…”. El destino es “terminar – repitió el Papa – como terminó Él”: amor que muere “como la semilla de grano y después vendrá el fruto. Pero yo no lo veré”. En fin, el cuarto aspecto, la “palabra más fuerte” – indicó el Santo Padre – con la cual Jesús concluye su diálogo con Pedro, “sígueme”:

“Si nosotros hemos perdido la orientación o no sabemos cómo responder sobre el amor, no sabemos cómo responder sobre este ser pastores, no sabemos cómo responder o no tenemos la certeza de que el Señor no nos dejará solos, incluso en los momentos perores de la vida, en la enfermedad, Él dice: ‘Sígueme. Es ésta nuestra certidumbre. Sobre las huellas de Jesús. En ese camino. ‘Sígueme”.

A todos nosotros, sacerdotes y obispos – terminó diciendo el Papa – que el Señor dé “la gracia de encontrar siempre o de recordar el primer amor, de ser pastores, de no tener vergüenza de terminar humillados en un lecho o incluso con la cabeza perdida. Y que siempre nos dé la gracia de ir tras Jesús, sobre las huellas de Jesús: la gracia de seguirlo”.


Fuente: Radio Vaticano.


REFLEXION

a.- Hch. 25, 13-21: Pablo ante el rey Agripa.    Nos encontramos con Pablo encarcelado en Cesaréa, frente a Porcio Festo nuevo  procurador,  que sucedió a Félix, y sus enemigos, los judíos, que quieren condenar  a muerte al acusado. El nuevo procurador, hombre apegado a la ley romana, dice  que no puede condenar a nadie, sin tener derecho a defenderse, a tener un juicio.  Vistas las partes en el juicio, Festo, no  condena a Pablo, porque no ve motivos  para ello, al menos lo que exponen los judíos, no son motivos para ser castigado de  muerte. Las acusaciones,  trataban sobre un cierto Jesús, ya muerto, pero que  Pablo, afirmaba que estaba vivo (v.19); en otras palabras, las acusaciones eran de  carácter religioso, y no político. Lo mismo había afirmado Claudio Lisias (cfr. Hch.  23, 39). Festo ve que todo eso no es de su competencia, sugiere a Pablo si quiere ir  a Jerusalén, para que alguien de las autoridades judías pueda dar informes, y así  poder dar sentencia con mayor fundamento. Como Pablo ya había apelado al César,  debía ser custodiado, hasta ser llevado a Roma (cfr. Hch. 25,11). La intención de  Lucas, es demostrar la inocencia de Pablo, y el movimiento cristiano; no  contradicen en nada las leyes de orden público romano. En ese juicio el tema era la  resurrección de Jesucristo, tema que escapa al orden civil y público de Roma, por lo  mismo, el procurador dilató el juicio sobre Pablo.

b.- Jn. 21, 15-19: Simón, ¿me amas? Apacienta mis ovejas. El evangelista, nos presenta un interrogatorio de Jesús a Pedro, luego de la pesca  milagrosa. La pregunta es: “Simón, Simón ¿me ama más que estos?” (v. 15). La  idea de Jesús, es preguntarle a Pedro si lo ama con el mismo amor que él predicó  durante su vida pública y sobre todo en la noche de la  última cena, si lo ama más  que el resto de los discípulos. Pedro, lo quiere, lo siente, sabe que es su amigo. A la tercera pregunta, Jesús quiere profundizar esa amistad, recordarle sus negaciones,   Pedro no duda, y le confiesa su amor desde el conocimiento que Jesús tiene de él.  Como a un amigo, Jesús le confía el cuidado de su rebaño y de sus ovejas, es decir,  la totalidad del rebaño. Deberá darles alimento y guiarlos es decir, dar la vida por el  rebaño y luz para el camino. Y como su amigo dará gloria a Dios, como ÉL,  muriendo en la Cruz. Jesús anuncia a Pedro no sólo que lo “atarán” y lo harán  prisionero sino que “extenderá las manos”, lo que podría evocar la crucifixión que  sufrirá Pedro al final de sus días (v. 18). La triple confesión de amor ha superado la  triple negación. Ahora Pedro está en condiciones espirituales para poder seguir a  Jesús, de ahí la llamada a seguirle que le hace, con la misma fuerza, con que lo  llamó la primera vez (cfr. Jn. 1, 42). A Pedro se le confía la Iglesia que deberá guiar  movido por el Espíritu Santo porque Jesús lo amaba y encontró en él una respuesta  de amor. Si Jesús nos hiciera esa pregunta cuál sería nuestra respuesta. Para que  se acreciente nuestro amor al Señor, debemos cultivar una exquisita amistad con  Él, por medio de la escucha de su palabra, la recepción de la Eucaristía, poner por  obra su evangelio de gracia y salvación. La Iglesia, necesita el testimonio de amor y  fidelidad a Jesucristo en cada uno de sus hijos para sentirnos verdaderos discípulos,  amigos de Cristo, dispuestos como ÉL a dar la vida por el prójimo.    Santa Teresa de Jesús, y San Pedro, hicieron de la escucha de la voz de Cristo Pastor, el centro de sus vidas. “Dicen que «el alma se entra dentro de sí» y otras  veces que «sube sobre sí». Por este lenguaje no sabré yo aclarar nada, que esto  tengo malo que por el que yo lo sé decir pienso que me habéis de entender, y quizá  será sola para mí. Hagamos cuenta que estos sentidos y potencias (que ya he dicho  que son la gente de este castillo, que es lo que he tomado para saber decir algo),  que se han ido fuera y andan con gente extraña, enemiga del bien de este castillo,  días y años; y que ya se han ido, viendo su perdición, acercando a él, aunque no  acaban de estar dentro -porque esta costumbre es recia cosa-, sino no son ya traidores y andan alrededor. Visto ya el gran Rey, que está en la morada de este  castillo, su buena voluntad, por su gran misericordia, quiérelos tornar a él y, como  buen pastor, con un silbo tan suave, que aun casi ellos mismos no le entienden,  hace que conozcan su voz y que no anden tan perdidos, sino que se tornen a su  morada. Y tiene tanta fuerza este silbo del pastor, que desamparan las cosas  exteriores en que estaban enajenados y métense en el castillo.” (4M 3,2).-
(Homiletica org / Padre Julio González Carretti O.C.D)

REFLEXION: UN DIFUNTO QUE ESTÁ VIVO
Hch 25, 13-21; Jn 21, 15-19
El dilema lo formula acertadamente Festo delante de Agripa; san Pablo está preso por denuncia de las autoridades judías; en el proceso, ha advertido cuál es el asunto de fondo: "se trata de un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo". Desde la perspectiva externa del procurador romano es una controversia religiosa que divide a los judíos y nada más. Para san Pablo, san Pedro y los demás seguidores cristianos es mucho más que eso. La victoria de Jesús resucitado pavimenta el camino a la plenitud de la vida. Si Pedro había renegado una y otra vez de Jesús, poniendo a salvo su propia vida, ahora ha descubierto que Dios resguarda y sostiene a los que le son fieles. La obediente fidelidad de Jesús fue ratificada por el Padre. Cuantos vivan como Él, llegarán a la plenitud. Mientras tanto, Pedro tendrá que alentarlos a mantenerse fieles al Señor Jesús.. (www misal com mx)


Santos
Norberto de Magdeburgo, fundador; Marcelino Champagnat, fundador.
 Beato Bertrán de Aquileya, mártir.

Feria (Blanco)


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