LECTURAS DE LA
EUCARISTÍA
MARTES 17 DE JUNIO DE
2014.
TIEMPO ORDINARIO A.
SEMANA 11
ANTÍFONA
DE ENTRADA (Cfr. Si 36, 18-19)
Concede,
Señor, la paz a quienes en ti esperan; escucha las oraciones de tus hijos y
guíanos por el camino de la justicia.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, que cuidas de todos con amor paterno, concede, benigno, que los hombres, a
quienes diste un mismo origen, no sólo formen en la paz una sola familia, sino
también vivan siempre unidos con espíritu fraterno. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA
DE LA PALABRA
Has hecho pecar a
Israel.
DEL PRIMER LIBRO DE
LOS REYES: 21, 17-29
Después
de la muerte de Nabot, el Señor le dirigió la palabra al profeta Elías y le
dijo: "Levántate y ve al encuentro de Ajab, rey de Israel, que vive en
Samaria. Se encuentra en la viña de Nabot, a donde ha ido para apropiársela.
Dile lo siguiente: 'Esto dice el Señor: ¿Así que, además de asesinar, estás
robando?' Dile también: `Por eso, dice el Señor, en el mismo lugar en que los
perros han lamido la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu propia
sangre' ".
Ajab
le dijo a Elías: "¿Has vuelto a encontrarme, enemigo mío?" Le
respondió Elías: "Sí, te he vuelto a encontrar. 'Porque te has prestado
para hacer el mal ante mis ojos, dice el Señor, yo mismo voy a castigarte: voy
a barrer a tu posteridad y a exterminar en Israel a todo varón de tu casa, libre
o esclavo. Haré con tu casa lo que hice con la de Jeroboam, hijo de Nebat, y
con la de Basá, hijo de Ajías, porque has provocado mi cólera y has hecho pecar
a Israel. A los hijos de Ajab que mueran en la ciudad, los devorarán los
perros; y a los que mueran en el campo, se los comerán los buitres'. También
contra Jezabel ha hablado el Señor y ha dicho: 'Los perros devorarán a Jezabel
en el campo de Yezrael' ". (Y es que en realidad no hubo otro que se
prestara tanto como Ajab para hacer el mal ante los ojos del Señor, instigado
por su esposa Jezabel. Su proceder fue abominable, porque adoró a los ídolos
que habían hecho los amorreos, a quienes el Señor expulsó del país para dárselo
a los hijos de Israel).
Cuando
Ajab oyó estas palabras, desgarró sus vestiduras, se puso un vestido de sayal y
ayunó; se acostaba con el sayal puesto y andaba cabizbajo. Entonces el Señor le
habló al profeta Elías y le dijo: "¿Has visto cómo se ha humillado Ajab en
mi presencia? Por eso, no lo castigaré a él durante su vida, pero en vida de su
hijo castigaré a su casa".
Palabra
de Dios.
Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL: Del salmo 50
R/.
Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por
tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis
ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. R/.
Puesto
que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra ti solo
pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Aleja
de tu vista mis maldades y olvídate de todos mis pecados. Líbrame de la sangre,
Dios, salvador mío, y aclamará mi lengua tu justicia. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 13, 34) R/. Aleluya, aleluya.
Les
doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como
yo los he
amado.
R/.
Amen a sus enemigos.
DEL SANTO EVANGELIO
SEGÚN SAN MATEO: 5, 43-48
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Han oído ustedes que se dijo:
Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus
enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen
y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol
sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los
injustos.
Porque,
si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso
mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de
extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos,
como su Padre celestial es perfecto".
Palabra
del Señor.
Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Te
rogamos, Señor, que el sacrificio de salvación de tu Hijo, Rey de la paz,
ofrecido bajo estos signos sacramentales con los que se simbolizan la paz y la
unidad, sirva para estrechar la concordia entre todos tus hijos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 27)
La
paz les dejo, mi paz les doy, dice el Señor.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos,
Señor, en abundancia, el espíritu de caridad, para que, alimentados con el
Cuerpo y la Sangre de tu Unigénito, fomentemos con eficacia entre todos la paz
que Él mismo nos dejó. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
REFLEXIÓN
En
el evangelio se habla de amar y orar por los enemigos (v.43). Los judíos
habían escuchado: amarás a tu prójimo,
pero odiarás a tu enemigo (v.43; cfr. Lv. 19, 17- 18; Jr. 15,15). Si bien uno
de los mayores mandamientos era amar al prójimo, este se entendía a otro miembro del pueblo de
Israel. Más tarde se extendió al
extranjero que vivía en el país, pero con algunas reservas al respecto.
Hacer el bien a otra persona, más allá de
lo mandado por la justicia. Para el antiguo Israel un ataque a Israel era una ofensa a Yahvé, que era contestado en forma irreconciliable. En ninguna parte sin
embargo, se dice que se odie al prójimo, pero
al amar a Dios, se agregó, odiarás a tu prójimo como consecuencia
natural. Jesús lo que hace es poner de
manifiesto lo que se oculta tras la práctica trasmitida por la tradición, elimina la división entre amigos y
enemigos, el discípulo no tiene
enemigos. Jesús no sólo amplía el concepto de prójimo a todo hombre,
sino que extiende el amor y la oración
el enemigo (v.44). Para el que ama como Jesucristo, no hay más que hermanos, hijos todos del
mismo Padre Dios (cfr. Lc. 6, 27ss). No
debemos dejar de pensar el en el difamador, el vecino mal intencionado,
el envidioso. Jesús y sus discípulos
cuando estaban juntos y después en su misión
evangelizadora lo experimentaron en vivo: orar por los que los persiguen
y amara los enemigos. Siempre tendrán
que vencer el odio con amor, no responder con la aversión, ni odio. La oración debe alcanzar a
los que están más allá de los que
comparten nuestros mismos sentimientos, sino que debe ser amplia y
generosa. Por esta vía el cristianismo
logró victorias sin violencia, con humildad y generoso amor. El objetivo es llegar a ser hijos del
Padre (v.45). Si el amor no se abre a
todos, no tiene mérito, enseña Jesús, lo mismo hacen los paganos, ¿qué
mérito tiene amar, a los que nos aman?,
¿dónde está lo extraordinario? (vv.46-47). Los
escribas y publicanos aman a los suyos, el cristiano deberá amar y
saludar extender su comunicación a todos
los demás, porque su saludo es intercambio de la vida de la gracia (cfr. 1Tes. 5,26). ¿Qué recompensa
tendremos? El discípulo no se mueve sólo
por la recompensa, sino la actitud que Dios Padre tiene con nosotros, y
que debemos imitar. Quien vive de este
amor, recibe su recompensa, la filiación divina, cuanto más se vive en Dios, tanto más se hace
todo por amor a ÉL (cfr. Mt.5,45). “Sed,
pues, perfectos, como es perfecto vuestro Padre celestial” (v.48; Mt.5,17).
El término perfecto, es sinónimo de
justo, vivir la justicia, pero cuyo significado se aplica a la pureza de la ofrenda en los sacrificios, es decir,
la víctima. El hombre es perfecto,
cuando se entrega de corazón a Dios y cumple la ley. En cambio el discípulo de Jesús será santo, si imita a
Dios Padre, en su manera de pensar y
sentir, pero sobre todo desde el amor que es la manera de ser de Dios.
Nace así el afán de santidad en la tradición espiritual
de la Iglesia que el mismo Dios suscita en
el corazón del creyente por el amor que
infunde el Espíritu Santo. Así Jesús cumple
la ley de la gracia y del amor que tiende a la vida verdadera en Dios.
Los santos son el mejor testimonio de
este amor divino que infunde vida. S.
Teresa de Jesús, nos invita a padecer los trabajos de la religión: “Los que
llegan a la perfección, no piden al
Señor los libre de los trabajos… ni de las persecuciones” (Camino 38,1).
(Homiletica
org / Padre Julio Gonzalez Carretti OCD)
REFLEXION DE LOS
CARMELITAS
"(Mt
5,43-48). El amor es el principio y el fin de todo. No hay mayor amor que dar
la vida para
los
hermanos (Jn 15,13). Jesús imitó al Padre y reveló su amor.
Cada
gesto, cada palabra de Jesús, desde el nacimiento hasta la hora de morir en la
cruz, era una expresión de este amor creador que no depende del presente que
recibe, ni discrimina al otro por motivo de raza, sexo, religión o clase
social, sino que nace de un querer al otro, gratuitamente. Fue un creciendo
continuo desde el nacimiento hasta la muerte en Cruz.
La
manifestación plena del amor creador en Jesús fue cuando en la Cruz ofreció el
perdón al soldado que lo torturaba y lo mataba. El soldado, empleado del
imperio, tomó el pulso de Jesús y lo apoyó sobre el brazo de la cruz, luego
colocó un clavo y empezó a dar golpes. Varios martillazos. La sangre corría. El
cuerpo de Jesús se contorcía por el dolor. El soldado, mercenario ignorante,
ajeno a lo que estaba haciendo y a lo que estaba ocurriendo a su alrededor,
seguía dando golpes como si fuera un clavo en la pared de la casa para colgar
un cuadro. En este momento Jesús dirige al Padre esta oración: “Padre,
¡perdona¡ ¡No saben lo que hacen!” (Lc 23,34). Por más que los hombres quisieran
la falta de humanidad no consiguió apagar en Jesús la humanidad. Ellos lo prenderán,
lo insultarán, escupirán en el rostro, le darán trotazos, harán de él un rey
payaso con la corona de espinas en la cabeza, le flagelarán, le torturarán, le
harán andar por las calles como un criminal, tiene que escuchar los insultos de
las autoridades religiosas, en el calvario lo dejarán totalmente desnudo a la
vista de todos y de todas. Pero el veneno de la falta de humanidad no consiguió
alcanzar la fuente de la humanidad, que brotaba desde dentro de Jesús. El agua
que brotaba desde dentro era más fuerte que el veneno que venía de fuera,
queriendo de nuevo contaminarlo todo. Mirando aquel soldado ignorante y bruto,
Jesús tuvo pena del muchacho y rezó por él y por todos: “¡Padre, perdona!” y
hasta consigue una disculpa: “Son ignorantes. ¡No saben lo que están haciendo!”
Ante el Padre, Jesús se hizo solidario de los que lo torturaban y maltrataban.
Era como el hermano que va con sus hermanos asesinos ante el juez y él, víctima
de sus propios hermanos, dice al juez: “Son mis hermanos, sabe. Son ignorantes.
¡Pero mejorarán! ” Era como si Jesús estuviera con miedo que la mínima rabia
contra el muchacho pudiera apagar en él el pequeño resto de humanidad que aún
llevaba dentro. Este gesto increíble de humanidad y de fe en la posibilidad de
recuperación de aquel soldado fue la mayor revelación del amor de Dios. Jesús
puede morir: “¡Está todo consumado!” E inclinando la cabeza, entrega el
espíritu (Jn 19,30). Realizó la profecía del Siervo sufriente (Is 53).
(Homiletica
org / Carmelitas)
REFLEXIÓN: UN ESPÍRITU HUMILLADO
1
R 21, 17-29; Mt 5, 43-48
La
persona humana es un ser inacabado. Por más que se haya empecinado durante
mucho tiempo en el mal, puede abrirse al llamado de reconciliación que Dios le
ofrece. Ajab había aprobado implícitamente la ejecución de Nabot y se había
apartado del camino de la obediencia a Dios; al escuchar la acusación profética
que le dirigió Elías, inició un camino de conversión que Dios recompensó
perdonándole la vida. Este suceso es la ilustración fehaciente del talante
compasivo del Padre celestial que nos proclama el Señor Jesús en el Sermón de
la Montaña. Las bendiciones divinas se derraman por igual, sobre justos y
pecadores; en las condiciones históricas en que vivimos Dios no se desentiende
de sus creaturas. El Dios creador y providente que les dio la vida, se ocupa de
protegerlas y custodiarlas. El amor de Dios se traduce en cuidado y
benevolencia. (www misa com mx).
Santos
Blasto y Diógenes de Roma, mártires; Raniero de Pisa,
peregrino. Beato Pablo Burali, cardenal. Feria (Verde)
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