martes, 28 de enero de 2014

LECTURAS DE LA EUCARISTÍA Martes 28 de Enero de 2014


LECTURAS DE LA EUCARISTÍA
Martes 28 de Enero de 2014
III semana del tiempo ordinario
Santo Tomás de Aquino. Memoria.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Si 15, 5)
El Señor lo ha llenado del espíritu de sabiduría e inteligencia, ha abierto sus labios en medio de la asamblea y lo ha revestido de gloria.

ORACIÓN COLECTA
Señor Dios nuestro, que hiciste de Tomás de Aquino un hombre admirable por su anhelo de santidad y su dedicación a las ciencias sagradas, ayúdanos a comprender su doctrina y a imitar sus ejemplos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA
Entre la alegría general, David llevó el arca a Jerusalén.

DEL SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL: 6, 12-15. 17-19

En aquellos días, David fue a casa de Obededom, donde estaba el arca de la alianza, y la transportó con gran alborozo a la ciudad de David. Apenas habían dado seis pasos los que llevaban el arca, cuando él sacrificó un toro y un becerro gordo.
David danzaba con todas sus fuerzas ante el Señor, ceñido con una especie de mandil de lino, que usaban los sacerdotes. David y toda la casa de Israel conducían el arca del Señor con aclamaciones de júbilo, al son de las trompetas.
Llevaron el arca del Señor y la colocaron en su sitio, en medio de la tienda que David había mandado levantar. Luego David ofreció al Señor holocaustos y sacrificios de acción de gracias. Cuando terminó, David bendijo al pueblo en nombre del Señor de los ejércitos y repartió a todo el pueblo, a cada hombre y a cada mujer de Israel, un pan, un trozo de carne asada y un pastel de pasas. Después se fueron todos, cada uno a su casa.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL: Del salmo 23
 R/. El Señor es el rey de la gloria.

¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria! R/
.
Y ¿quién es el rey de la gloria? Es el Señor, fuerte y poderoso, el Señor, poderoso en la batalla. R/.

¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria! R/.

Y ¿quién es el rey de la gloria? El Señor, Dios de los ejércitos, es el rey de la gloria. R/.

ACLAMACIÓN (Cfr. Mt 11, 25)
R/. Aleluya, aleluya.

Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.



El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS: 3, 31-35

En aquel tiempo, llegaron a donde estaba Jesús, su madre y sus parientes; se quedaron fuera y lo mandaron llamar. En torno a Él estaba sentada una multitud, cuando le dijeron: "Ahí fuera están tu madre y tus hermanos, que te buscan".
Él les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?" Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre".

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea grato, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte en la fiesta de santo Tomás de Aquino, cuyas enseñanzas y ejemplo nos mueven a alabarte con todo nuestro ser. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes nos has alimentado con el Cuerpo de Cristo, ilumínanos, Señor, con sus enseñanzas, para que en la festividad de santo Tomás de Aquino, aprendamos tu verdad e imitemos tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
********
Santos: Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia; Jacobo de Palestina o "el Ermitaño". Beato Bartolomé de la Toscana, religioso. Memoria (Blanco)

REFLEXIÓN
LA FAMILIA DE DAVID, LA FAMILIA DE JESÚS
2 Sm 6,12-15. 17-19; Mc 3,31-35

Las relaciones entre las personas que convivimos a diario en familia nunca han sido sencillas. Los parientes de Jesús se extrañaban de su libertad tan rotunda, puesto que no se cuidaba de las convenciones sociales ni reverenciaba las conductas tradicionales si no eran acordes con el proyecto del Reino de Dios. Eso generaba conflictos dentro de las familias. Jesús tenía que desarraigarse de su familia, afirmar su autonomía para acreditarse como testigo del Reino de Dios que libera. Así como no fueron fáciles las relaciones de Jesús con su familia, tampoco lo fueron las de David con la suya; este pasaje nos refiere la extrañeza de Mical, su esposa ante las muestras públicas de júbilo del rey; por otro lado, sus hijos vivieron enfrentamientos frecuentes y sangrientos por causa de las luchas de poder. La familia es el primer espacio donde conviene encarnar el mensaje cristiano de la reconciliación y la libertad. (Fuente: misal . com. mx).
****

REFLEXIONES
2Sam. 6, 12-15. 17-19. Jerusalén es elevada a ciudad sagrada porque el Señor ha llegado a morar en ella. En medio de cantos, holocaustos y danzar rituales llega el Señor de los ejércitos para habitar en medio de su pueblo santo. Cuando llegue la plenitud de los tiempos el Verbo se hará carne y plantará su tienda de campaña en medio de las nuestras. Más aún: Él hará su morada en nuestros corazones, y hará que toda nuestra vida se convierta en una continua ofrenda de alabanza a nuestro Dios y Padre. Dios nos ha consagrado por medio del Bautismo. Tratemos de ser una digna morada del Señor, de tal forma que manifestemos con nuestras buenas obras que realmente el Señor está con nosotros. No nos conformemos con disfrutar de la presencia del Señor en nuestro interior. Procuremos ser un signo de su amor para cuantos nos traten sabiendo compartir con ellos los dones que Dios nos ha dado; y no sólo los bienes materiales, sino el Don de la Vida y del Espíritu, que Dios quiere que llegue a todos para que todos seamos hijos suyos y nos convirtamos en una digna morada de su Espíritu.

Sal. 23. No sólo abramos las puertas del Templo al Señor; abrámosle, especialmente, las puertas de nuestro corazón. Abramos las puertas de nuestra vida al Redentor que se acerca a nosotros para hacer su morada en nuestros corazones. Pero no sólo hemos de abrirle al Señor nuestro corazón; sabiendo que Él está con nosotros, sepamos escuchar su Palabra y vivir conforme a sus enseñanzas. Así, llevando una vida intachable en su presencia, cuando Él vuelva glorioso al final de los tiempos, Él mismo nos abrirá las puertas de las moradas eternas para que disfrutemos eternamente del Gozo de nuestro Dios y Padre. A Él sea dado todo honor y toda gloria ahora y siempre y por infinitos siglos de los siglos.

Mc. 3, 31-35. Jesús es el Hijo amado del Padre por su fidelidad total a su Voluntad. Jesús mismo diría: mi alimento es hacer la voluntad de Aquel que me envió. Todo aquel que, unido a Cristo, haga la voluntad del Padre Dios, será considerado de la familia de Dios. Por eso, junto con María, debemos aprender a decir: Hágase en mi según tu Palabra.
No basta escuchar la Palabra de Dios, sino que hay que ponerla en práctica. Dios quiere hacer su obra de salvación en nosotros. Si tenemos la apertura suficiente al Espíritu de Dios en nosotros, Dios hará de nosotros sus hijos amados, pues su amor llegará en nosotros a su plenitud.

No nos quedemos siempre como discípulos sentados a los pies de Jesús, vayamos y demos testimonio de Él en nuestra vida diaria; con eso estaremos dando a conocer que en verdad Dios ha hecho su morada en nosotros y que nosotros lo tenemos por Padre.
Mediante la Eucaristía nosotros entramos en una Alianza de comunión con Cristo. Así participamos de la misma Vida que el Hijo recibe del Padre y somos hechos hijos de Dios. Mediante esta obra de salvación que celebramos como un Memorial de la Pascua de Cristo, Él nos hace entender cuánto nos ama. Nosotros no sólo le ofrecemos un sacrificio agradable, pues al permanecer en comunión de vida con Cristo, cuando lo ofrecemos al Padre nosotros mismos nos ofrecemos junto con Él. Por eso al celebrar la Eucaristía estamos adquiriendo un compromiso: consagrarle todo a Dios, de tal forma que nuestra vida, nuestra historia, nuestro mundo, lleguen, por medio nuestro, a la presencia de Dios libres de aquello que oscurece en ellos la presencia del Señor. Así, no sólo somos santificados, sino que Dios nos convierte en instrumentos de su salvación para todos los pueblos.

Venimos ante Él trayendo el fruto del trabajo que nos confió, y volvemos al mundo, impulsados por el Espíritu Santo, para seguir trabajando por un mundo más justo, más fraterno, más capaz de manifestar que el Reino de Dios se va haciendo realidad entre nosotros.
Por eso no basta con participar de la Eucaristía para decir que somos de la familia divina. Es necesario que cumplamos la voluntad de Dios. Y la voluntad de Dios consiste en que creamos en Aquel que Él nos envió.
Y creer en Jesús no es sólo profesar con los labios que es nuestro Dios y nuestro Señor. Hay que creerle a Jesús, de tal forma que hagamos vida en nosotros su obra de salvación.
Su Palabra ha de ser sembrada en nosotros y no puede caer en un terreno malo e infecundo, sino que, por la obra de santificación que realice el Espíritu Santo en nosotros, ha de producir abundantes frutos de buenas obras. Entonces nosotros, a imagen de Jesucristo, pasaremos haciendo el bien a todos.

Roguémosle al Señor que nos conceda, por intercesión de la Santísima Virgen María, nuestra Madre, la gracia de vivir con la apertura suficiente para dejarnos conducir por el Espíritu Santo, para que haciendo en todo la voluntad de Dios, unidos a Cristo, en Él nos convirtamos en los hijos amados del Padre. Amén.

Reflexión:  Homilia catolica.



No hay comentarios:

Publicar un comentario