Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo.
Oh Espíritu Divino, dame el don de Consejo, dota mi alma de prudencia sobranatural, permitiéndome juzgar con prontitud y correctamente qué debo hacer, especialmente en circunstancias difíciles. Dame el sentido común sobrenatural, endereza mi camino en la verdad.
Ven Espíritu de Consejo, ayúdame y guíame en todos mis caminos para que siempre haga tu Santa Voluntad. Inclina mi corazón a aquello que es bueno, apártame de todo lo que es malo y dirígeme por el sendero recto de tus Mandamientos a la meta de la vida eterna que yo anhelo. Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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