Tus pensamientos son las causas
primarias de las condiciones de tu vida.
Todo lo que forma parte de tu experiencia
ha comenzado con alguna forma
de pensamiento, ya sea tuyo o de alguien más.
Todo lo que eres o llegues a ser,
será el resultado de tu modo de pensar.
Si cambias la calidad de tu pensamiento,
cambiarás la calidad de tu vida.
El cambio de tu experiencia exterior
traerá consigo el cambio
de tu experiencia interior.
Recogerás lo que has sembrado.
Ahora mismo lo estás haciendo.
Lo hermoso de esta ley inmutable
es que incorporándola a tus esquemas
mentales podrás tener un control
completo de tu pensamiento,
de tus sentimientos y de tus resultados.
Mediante la aplicación de la ley de causa
y efecto, te pondrás tú mismo en armonía
con la ley de control.
Inmediatamente te sentirás mejor
y más satisfecho contigo mismo.
Cualquier aspecto relativo al éxito o fracaso
en tu vida puede ser interpretado con arreglo
a esta ley básica. Si siembras las causas adecuadas,
cosecharás los efectos deseados.
Si tratas bien a los demás, ellos te tratarán bien a ti.
Siempre sacarás de la vida lo que inviertas en ella y,
da la casualidad, que eres precisamente tú
quien lleva el control de las inversión.Fuente: celebrandola vida . com
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