martes, 22 de febrero de 2011

SANTA ISABEL DE FRANCIA

SANTA ISABEL DE FRANCIA (1225-1270) nació en París, hija de Luis VIII y de Blanca de Castilla, su consorte. Fue hermana de San Luis IX, rey de Francia.

Desde que era una niña en la corte, Isabel destacaba extraordinariamente en los ejercicios de piedad, modestia y otras virtudes.

Debido a su deseo de permanecer virgen, rechazó la mano de Konrad, el hijo de Federico II, emperador de Alemania. No obstante, debido a las presiones de toda la gente que a su alrededor, incluyendo al papa Inocencio IV, terminó aceptando, aunque sólo de palabra.

Ante tanta determinación, hasta el propio papa tuvo que bendecir la decisión de Isabel. A partir de ahí llevó una vida conventual con apego a la regla, aunque continuó viviendo en palacio.

Santa Isabel fue fundadora de varios conventos de la Orden de Santa Clara, lo que consiguió gracias al apoyo de su hermano. El ejemplo con el que siempre actuó fue de humildad y de ayuda a los pobres y a los más necesitados.

Murió con fama de mortificación y santidad en su casa de Longchamp. A los nueve días su cuerpo fue exhumado, pero para sorpresa de todos no mostraba signo alguno de descomposición. Se dice que se obraron muchos milagros en su tumba.

SANTA ISABEL DE FRANCIA nos enseña que las clases altas y nobles son las más obligadas a proteger a los menesterosos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario