miércoles, 23 de febrero de 2011

LA ENVIDIA

Tratando con la envidia 

Cuenta una fábula que en cierta ocasión una serpiente
empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía muy rápido
y llena de miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente
no pensaba desistir en su intento de alcanzarla.

La luciérnaga pudo huir durante el primer día,
pero la serpiente no desistía, dos días y nada,
al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga
detuvo su agitado vuelo y le dijo a la serpiente:
¿Puedo hacerte tres preguntas?

No acostumbro conceder deseos a nadie,
pero como te voy a devorar, puedes preguntar,
respondió la serpiente.

Entonces dime:
¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
¡No!, contestó la serpiente.

¿Yo te hice algún mal?
¡No!, volvió a responder su cazadora.

Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
¡Porque no soporto verte brillar!,
fue la última respuesta de la serpiente.

Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos
en situaciones donde nos preguntamos:

¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo?
Sencillo... porque hay algunos(as)
que no soportan verte brillar.

La "envidia" es uno de los peores sentimientos
que podemos tener. El hecho de que envidien
tus logros, tu éxito, etc., ¡que envidien verte brillar!
te va a afectar en más de una ocasión,
pero cuando esto pase, ¡no dejes de brillar!,
continúa siendo tú mismo(a),
sigue dando lo mejor de ti,
sigue haciendo lo mejor,
no permitas que te lastimen,
no permitas que te hieran...¡sigue brillando
y no podrán tocarte!, porque tu luz seguirá intacta,
porque siempre habrá quien te apoye,
porque tu huella permanecerá,
porque el recuerdo de lo que fuiste
e hiciste quedará, ¡pase lo que pase!   [1

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Envidia, de acuerdo a las definiciones de la Real Academia Española la envidia es la tristeza o pesar del bien ajeno y la emulación, deseo de algo que no se posee.

Primera definición.- Tristeza o pesar del bien ajeno.
    De acuerdo a la primera definición la envidia es sentir tristeza o pesar por el bien ajeno. De acuerdo a esta definición lo que no le agrada al envidioso no es tanto algún objeto en particular que un tercero pueda tener sino la felicidad en ese otro. Entendida de esta manera, es posible concluir que la envidia es la madre del resentimiento, un sentimiento que no busca que a uno le vaya mejor sino que al otro le vaya peor.

Segunda definición.- Emulación, deseo de algo que no se posee.
    De acuerdo a la segunda de las acepciones la envidia se puede encuadrar dentro de la emulación o deseo de poseer algo que otro posee. Siendo en este caso que lo envidiado no es un sujeto sino un objeto material o intelectual. Por lo tanto en esta segunda acepción la base de la envidia sería el sentimiento de desagrado por no tener algo y además de eso el afán de poseer ese algo. Esto puede llegar a implicar el deseo de privar de ese algo al otro en el caso de que el objeto en disputa sea el único disponible.

    * Una tercera posibilidad para comprender lo que la envidia implica sería la combinación de las dos acepciones mencionadas anteriormente. Cualquiera sea el caso, la envidia es un sentimiento que nunca produce nada positivo en el que lo padece sino una insalvable amargura.

    * Otra definición de envidia, es que el envidioso cuenta mentiras sobre la persona a la que envidia o las cosas que tiene, para poder tenerlas, en ocasiones la envidia puede hacer que el envidiado muera a manos del envidioso.

La Envidia es considerado como un pecado capital porque genera otros pecados, otros vicios; El término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros pecados y rompe con el amor al prójimo que proclama Jesús.

San Gregorio Magno (*ca. 540 en Roma – †12 de marzo de 604), fue el sexagésimo cuarto Papa de la Iglesia católica romana; fue quien seleccionó los siete pecados capitales, y se mantuvo por la mayoría de los teólogos de la Edad Media.

Dante Alighieri en el poema de El Purgatorio, define la envidia como "Amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos." El castigo para los envidiosos es el de cerrar sus ojos y coserlos, porque habían recibido placer al ver a otros caer. En la edad media el famoso cazador de brujas, el cardenal Peter Beasbal le atribuyó a la envidia el demonio llamado Leviatán, un demonio marino y que era sólo controlado por Dios.

El psicólogo Iñaki Piñuel describe la envidia que siente un acosador como un sentimiento de inferioridad, el cual opera en forma de culpabilidad, que el acosador siente por no poseer atributos que él estima ideales. Los defectos físicos, intelectuales o emocionales generan un sentimiento de inferioridad que la persona intenta compensar superando esas carencias mediante el desarrollo de un complejo de superioridad. El complejo de superioridad hace que el acosador viva en la ficción de la posesión de valores, atributos y cualidades que en realidad no posee, negándolos en los demás de manera defensiva. Cuando surge en su entorno una persona (la víctima) que sí posee en verdad tales características, ello supone para el acosador un verdadero choque con la realidad. Su reacción ante esa dolorosa realidad suele consistir en negar, eliminándola, la fuente de la disonancia, desarrollando el psicoterror contra la víctima. El objetivo es hacer desaparecer a la víctima del horizonte psicológico del acosador porque sus capacidades suponen para éste una destabilización psicológica. [2

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[1: WWW. celebrando la vida . com. .23-02-2011. Autor anónimo.

[2 : Piñuel y Zabala, Iñaki, Moobing. Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo, Santander. Sal Terrae, 2001.

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